El comentario de hoy es para la codicia. Uno de los siete pecados capitales en el catolicismo. Incluso me atrevería a decir que el más frecuentado en las sociedades consumistas, a las que continuamente alimentamos para que sigan creciendo. Los budistas que parecen verlo todo desde el saber que les da la experiencia, dicen de la codicia lo siguiente: La codicia está basada en una errada conexión material con la felicidad. Esto es causado por una perspectiva que exagera los aspectos de un objeto.
Pues esta noche, aprovechando que nadie debería verme, salvo algún que otro gallo tempranero que debe haberse desvelado, me levanto del asiento para adoptar actitud provocadora y de rebeldía. Y decir:
Políticos, estáis equivocado en vuestros perfectos discursos, ricos en beneficios personales, pero empobrecidos de valores y buenos resultados. Lo que quiere El Pueblo es mucho más sencillo. Poder vivir y que nos dejen vivir.
El día que nos demos cuenta que la felicidad se esconde detrás de las cosas más sencillas, sólo entonces, habremos encontrado el tesoro más preciado. Seremos ricos y afortunados.
Foto. Todavía hay por ahí algunos mamelucos que piensan que en la base del arco iris hay un tesoro que es el que lo refleja. Y por eso es tan bello.
Pues no, tontos. Tamaña belleza sólo puede nacer de la conjugación del sol y el agua. Nada más simple, nada más natural. Así que dejad de buscar las riquezas sintéticas que nos prometen y abrir los ojos porque el tesoro ya lo tenemos y podemos disfrutarlo día a día.