
¿Para qué sirve un poema?. ¿Qué ganas leyendo un libro?. ¿Para qué sirve ver un cuadro bonito si nunca podrá superar la nitidez de la realidad?.
Ciertamente es difícil establecer diálogo entre edades tan dispares como son los dieciocho y cuarenta años. Un joven, de los no mal educados, me hacía preguntas que lejos de buscar respuesta solo parecían querer confirmar una opinión consagrada del que las hacía. No queriendo recurrir a una explicación que a él le resultara cursi y ridícula opté por contestarle con sus propias preguntas: ¿Para qué te sirte escuchar música a ese volumen brutal?. ¿Qué ganas vociferando en el graderío de un estadio de fútbol?. ¿Para qué sirve los rebuscados diseños de tu coche?.
Creo que gracias a esas seis preguntas los dos logramos comprender que el arte camina camaleónico a los tiempos. Sólo se trata de saber interpretarlo y entenderlo para disfrutar de él.
Mario Benedetti renacerá en un graffitero, en un compositor o incluso en un futbolista. El arte nunca morirá, sólo se adaptará al reconocimiento del que lo sepa valorar.
Ciertamente es difícil establecer diálogo entre edades tan dispares como son los dieciocho y cuarenta años. Un joven, de los no mal educados, me hacía preguntas que lejos de buscar respuesta solo parecían querer confirmar una opinión consagrada del que las hacía. No queriendo recurrir a una explicación que a él le resultara cursi y ridícula opté por contestarle con sus propias preguntas: ¿Para qué te sirte escuchar música a ese volumen brutal?. ¿Qué ganas vociferando en el graderío de un estadio de fútbol?. ¿Para qué sirve los rebuscados diseños de tu coche?.
Creo que gracias a esas seis preguntas los dos logramos comprender que el arte camina camaleónico a los tiempos. Sólo se trata de saber interpretarlo y entenderlo para disfrutar de él.
Mario Benedetti renacerá en un graffitero, en un compositor o incluso en un futbolista. El arte nunca morirá, sólo se adaptará al reconocimiento del que lo sepa valorar.