domingo, 27 de diciembre de 2009

Incrustado en la oscuridad




Incrustado en la oscuridad anónima de la noche sin luna, miro al este y diviso entre la tierra y el cielo la franja multicolor que anuncia un nuevo amanecer. Y con el despertar del día la incertidumbre de lo bueno y lo malo que nos depare el destino. La radiante luz del sol adivinará los enigmas de la noche y todo volverá a su sitio, que no al lugar que le corresponde. La miseria se volverá a instalar en el barrio de la injusticia; el poder en manos del abusador; la cordura en el desván del olvido. Dentro de unos minutos los noctámbulos soñadores se perderán en el sin sentido para dar paso a los diurnos escépticos empeñados en sí mismos.

A lo mejor esta reflexión ha cruzado en exceso las postrimerías de la media noche y por eso se le descolore la lógica para pintarse de absurdo. Será mejor dejar de pensar hasta que la oscuridad nos devuelva la paradójica clarividencia del loco que, aunque absurda, a muchos calma la inquietud de espíritu.
Amaneció y, como la mayoría de los noctámbulos, me dispongo a acostarme, si no en cuerpo, sí en pensamiento, consecuencia de esta vida vampiresca que como la nube roja-pasión al amanecer, se vuelve amarillenta-hirsuta conforme pasa el día, para acabar blanca-insulsa antes de revitalizarse a la llegada del crepúsculo

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cuatrocaminos

Desde siempre me ha gustado, y hasta siempre me gustará, recorrer el casco antiguo de Hornachuelos a esas horas intempestivas en las que sus calles desiertas resuman viejas historias del pasado que te ayudan a reblandecer las durezas del presente. La quietud pacifica el ánimo aún mismo tiempo que despierta la inspiración de los sentidos para saciar pequeños anhelos que permanecen agazapados en algún limbo aguardando su momento. Por eso, cuando llego al colegio “Victoria Díez” me gusta fijar la mirada en Cuatrocaminos, encrucijada de caminos de Cortijuelos y punto de partida y llegada de los deseos cumplidos o por cumplir de muchos Melojos.
Como todo buen cruce de vías, Cuatrocaminos también ha albergado establecimientos de muy diversas índoles que contaron con la aprobación de algunos y repulsa de otros, pero nunca perdió, y nunca la perderá, la esencia a bienvenida con la que perfuma a los cansados emigrantes que regresan al lugar con el que tantos años soñaron regresar.
El cruce de Cuatrocaminos, al anochecer, expuesto a las larguiruchas y flacuchas farolas parece cansado, debilitado y abandonado, pero a las primeras luces del alba resurge en gentío de transeúntes que van y vienen convirtiéndose en el verdadero corazón que bombea oxígeno a Hornachuelos revitalizándolo cada mañana.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Cambio climático


Pudiera ser que lo que más nos preocupa de la lucha del cambio climático sea la incómoda pérdida de calidad de vida, aunque realmente lo que tenemos miedo a perder es el estado de confort al que nos hemos acostumbrado. Por eso, siempre desde un punto de vista de no ambición económica, que permita la supremacía de unos contra otros, deberíamos hablar de transformar los sistemas de vida para mantener en medida el estado de bienestar, aunque eso sí, apoyado en nuevos valores de convivencia que no contrarresten a etnias con modelos de vida más simples y naturales.
Al fin y al cabo el ser humano es en sí un universo y desde la propia persona debe resurgir estos nuevos cánones de vida que mantengan una perfecta simbiosis entre cada individuo y su entorno. Y ese cambio empieza desterrando de nuestros comportamientos modelos autoimpuestos por sociedades de consumo que hacen del desequilibrio su mayor valuarte.

Hoy puede ser un buen día para empezar mi propia transformación emocional que me permita buscar la sostenibilidad suficiente en mis acciones como para seguir enganchándome a la red, utilizando el automóvil, etc., sin condenarme a un futuro desolador escardado de garantías para la supervivencia.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nunca es tarde para empezar


- Claro que sí Carmeli, también tú puedes-, le dije a una nueva intrépida que inicia su incursión por el mundo de los sin miedo a la correcta ortografía.
Proponerte conseguir tal objetivo es sólo cuestión de vestirse con la ropa de faena para empezar la construcción que poco a poco deberá ir surgiendo para después disfrutar de lo que resulte, que seguro que portará la belleza de todo lo que se construye con mucho esfuerzo. Ahora llega el momento de limpiar la tierra de excusas y otras malas hierbas para preparar el terreno donde se cimentará con voluntad, ahínco y perseverancia la base sobre la que se sustentará el comienzo del proyecto.

Título del poema: El final será el principio de todo.
Autora: Carmeli Adame.
Nota: Felicidades por iniciar este nuevo reto sin refugiarte en la excusa de no haber podido ir a la escuela en tus primeros años.



Pueblo, ¡ay Pueblo mío!,
te llevo en mis entrañas.

Tu hueles a pan y miel,
a leña recién cortada,
a tu Sierra que me hechiza,
al perfume de tus jaras,
al quejido de tus ciervos,
a tu río, a tus aguas.

Pueblo, ¡ay Pueblo mío!,
en ti quiero ser sembrada.

Enredarme en tu perfume,
enredarme entre tus plantas.
Vivir mi segunda vida
en medio de tus montañas.

Pueblo, ¡ay pueblo mío!,
en ti quiero ser sembrada.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Putas de días, señoras de noche.


Sentado en el coche, haciendo hora mientras esperaba a …, la vi haciendo kilómetros con sus únicos tres pasos de ida y otros tanto de vuelta. Escasa vestimenta, de lo más sugerente, para un cuerpo ya de por sí superlativamente insinuante. Caderazos que partían las miradas limpias, de transeúntes acompañados, para torcerles las pupilas en aquellos cuellos impertérritamente rectos. Sí, allí estaba aquella puta al final de la avenida de Medina Azahara. Reinando en la soledad de su gremio, seguramente debido a la modernización de Cercadillas, y orgullosa de haber sobrevivido al infausto destino de sus antiguas compañeras.
A pesar de la avanzada hora de la noche, una señora, de las de pitiminí, también paseaba exhibiéndose, aunque en este caso con modales de recato y alta sociedad.
Y yo, sentado en la intimidad de mi coche, no pude por menos que sentir lástima de aquella puta por ver su rostro lacerado por las garras de la prostitución. Tantas horas subyugada al poder, sumisa a la vida dictada y esclava de, ni siquiera, su moral. Y más me entristecía cuando la comparaba con la otra joven mujer de piernas largas y estilizadas que parecía ejercer un trabajo bastante duro pero con total profesionalidad, dignificándose como persona, que jugueteaba con la pasión desenfrenada de los hombres que se cruzaban con ella y que se sentía deseada en medio de un mar de sentimientos de desapego, como el náufrago en la isla desierta.
Al fin llega..., y arranco el motor del coche. Enciendo el intermitente y hago un desplazamiento lateral hacia la vida paralela con cánones de dudosa moral en la que lo que verdaderamente importa es tener la billetera colmada, vestir con lujosos atuendos y calmar nuestros remordimientos con ínfimos donativos que por hoy no serán destinados a la opulencia.
Cada vez tengo más la sensación de vivir en una sociedad de doble moral a la que le gusta señalar con el dedo para esconder sus propias miserias

jueves, 19 de noviembre de 2009

Hablando también se hace camino




Otra noche más aquí sentado con el Mundo a mis pies. Ya no sé si el lugar me inspira la reflexión o por el contrario la reflexión me hace buscar este lugar. Sólo tengo realmente claro que dedicar tiempo a la reflexión, aunque sea muy poco, me hace poner orden a los desórdenes de la precipitación; me provoca autocrítica por la que reñirme o felicitarme; me ayuda a serenar el estrés de una vida en ciertos momentos excesivamente acelerada o a precipitar la inquietud adormecida por la rutina diaria. Por lo tanto, sigamos reflexionando...


Esta noche estoy aquí sentado delante del teclado por obligación voluntaria para dedicárselo a un joven amigo que me ha esperado a la salida del trabajo para acompañarme, entrado el horario de la media noche, en el camino de regreso que marca la finalización de la jornada laboral para hablar de lo mundano y lo divino; de lo tangible y de lo de la mente; de todo y de nada mientras empujábamos nuestras fieles cabalgaduras.
Amigo R. es relativamente fácil combatir al enemigo que en acto de nobleza se manifiesta abanderando la causa que motiva la pugna. Sin embargo, hay enemigos de presencia intangible, pero de consecuencias bastante presentes, contra los que es muy difícil luchar porque aún a sabiendas que están no consigues verlos. Y me temo que éste es el caso que esta noche me has expuesto. Por consejo no puedo ayudarte, pues para realizar estratagemas hay que conocer muy bien el campo de batalla. Pero por experiencia sí que te diría que confíes es tu instinto y te dejes llevar, y entonces no importará que tus ojos no lo vean ni tus manos lo agarren, lo que verdaderamente importará es que tu corazón en cada sistólico movimiento expanda por todo tu cuerpo la fuerza suficiente para que te ayude a mantenerte en el fragor de la batalla, y el diastólico te limpie de impurezas banales que ningún bien te harán.

Desearte lo mejor para estos momentos difíciles y animarte para una lucha en la que nunca estarás solo.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Retales de vida


Durante una noche de este verano otoñal, paseando por Ronda de los Tejares, se dio de bruces conmigo un amigo, que a su vez acababa de encontrarse con otro amigo del pasado. Al comprobar que yo, distraído como siempre, pasaba de largo llamó mi atención. Y paré para corresponder saludos que tanto bien habían de hacerme. Me resultó cuando menos extraño que su comportamiento gestual y animoso me provocara la grata impresión de recuperar de las memorias del pasado al jugador de baloncesto admirado y aún no conocido. Incluso llegué a tener la sensación de que ambos nos veíamos abocados al anacronismo de sensaciones que impedían la normal comunicación entre amigos. Unos metros más allá nos despedimos y ahí quedó todo.

Hoy, al mediodía, he recibido la visita de otro viejo amigo, de esos que nos unen tanto años de amistad casi como de raciocinio. Y nos hemos sentado al sol para disfrutar de alguna que otra de esas charlas añejas que hacen del potaje de la vida manjar de dioses; para disfrutar de la comprensión y fuerza de la verdadera amistad; para recordar que más allá de vivir está convivir.
Y me ha vuelto a ocurrir. Mientras hablábamos he ido recordando momentos del pasado que, aunque sólo sea por una pequeña fracción de tiempo, me ha rejuvenecido sensaciones olvidadas y añoradas.

Y de pronto lo he entendido todo. He comprendido que a medida que crecemos vamos forjando nuestra vida con retales de vidas pasadas. Que cada día, cuando salimos a la calle, sabemos con cual de esos retales vamos vestidos, pero no sabemos con cual de ellos nos ven los que se cruzan con nosotros. Y por ese motivo, justo por ese motivo, debemos tolerar comportamientos inesperados de los que a nosotros se acercan porque nunca sabremos cómo nos ven en ese momento.
Espero que mis muchos retales me sirvan para ofrecer variedad al gusto de los demás y nunca para generar malas energías.

Voy para la cama. Esta noche las reflexiones que me llegan desde la Sierra parecen más frescas que las últimas noches, y es que, seguramente, este año el otoño con más pena que gloria empieza a ceder paso al invierno.

martes, 27 de octubre de 2009

Tiro la moneda al pozo y pido un deseo.



El sábado, no más allá de las once de la noche, cuando me dirijo a casa en coche, la vida misma volvía a romperme el corazón. Tres chicas, de entre trece y catorce años, algo debieron decirle al único varón del grupo para que éste saliera en huida a pasos acelerados, supongo que dirección a su casa. A juzgar por los gestos de sus manos, parecía que el chico, cabizbajo, quería reprimir el torrente de lágrimas que ya le corrían por el rostro. Su andar acelerado provocaba desorbitados caderazos y el bracear de sus extremidades semiflexionadas completaban unos movimientos femeninos que ya hubieran sido exagerados para cualquier mujer.
Tras él, las chicas iniciaban conatos de persecución que se veían interrumpidos por la indecisión de las propias perseguidoras. Desde mi posición de fugaz espectador motorizado, me atrevería a decir que ellas debían haber provocado la herida emocional del muchacho sintiéndose culpables por el desarrollo de los acontecimientos, aunque también aliviadas por quedarse descansando por haber conseguido lo que durante tanto tiempo habían planeado sin atreverse a ejecutar.

Y continué con mi coche camino de mi casa con una historia a medio terminar que minutos después me ha traído de nuevo aquí, a sentarme con el mundo a mis pies para reflexionar sobre lo ocurrido.
Lo poco que conozco de ese adolescentes es su problema con unas maneras muy afeminadas de actuar, tanto física como emocionalmente. Ello hace que muchos otros jóvenes fijen el punto de mira sobre él para ridiculizarlo y así bufonearse de él. Quizá ahora su único grupo de amigas en el que conseguía algo del calor humano, de ese tan importante que ofrece la amistad, tampoco lo tenga ya. Justo en ese momento tan difícil en el que la atracción sexual nos hace desarrollarnos emocionalmente hacia el duro camino de la vida a la que debemos enfrentarnos cara a cara, y únicamente con nuestra cuerpo por defensa y protección.

Por eso hoy aprovechare para tirar una de tantas monedas al pozo para pedir un nuevo deseo. Y el deseo es que ese chico sea lo suficientemente fuerte para mantenerse a flote entre las demoledoras tempestades que le están por venir. Deseo que el día de mañana, como otros tantos lo hicieron, el duro entrenamiento al que lo ha sometido la vida le sirva para triunfar y poder demostrar que la mofa no hace tanto daño como algunos creen; que superar momentos de tanta dureza le ha hecho más fuerte. Mi último deseo es que, cuando los anteriores deseos se cumplan, él se convierta en un nuevo embajador de la tolerancia y el respeto al prójimo cuales quieran que sean su aspecto físico, condición o comportamiento.

Ahí va la moneda…


martes, 13 de octubre de 2009

Cultura callejera

Hasta no hace mucho tiempo, era en la calle donde compartíamos durante las tórridas noches de verano el devenir del día ya pasado entre vecinos y amigos. Las plazoletas y paseos nuestros cómplices y mudos testigos de encuentros y desencuentros. En la calle hemos festejados a Nuestros Patronos, hemos jugado de pequeño o nos hemos refugiado en sus rincones para dar rienda suelta a nuestros primeros escarceos amorosos.
También es, la calle, ese gran río de información capaz de ofrecernos desde lo más a lo menos. Ingente vía de comunicación de límites indefinidos y que, en estos últimos tiempos, se ha visto drásticamente venida a menos. Parte de la culpa podría derivar de la necesidad de encerrar y controlar ciertas actividades en espacios reducidos para, así, poderlas rentabilizar en grado máximo. Por otra lado, todo sea dicho, no está nada mal favorecer la calidad del evento y la comodidad del los que asisten a él. En principio no debe ser negativo habilitar estos recintos para albergar, por ejemplo, actos culturales, y que, de esa forma, se vea mejorada la calidad de los mismos.
Ahora bien. Me pregunto preocupado si este momento de decadencia cultural de las nuevas generaciones no vendrá provocado por estas nuevas barreras físicas que niegan el acceso popular a la cultura, reprimiendo su necesario desarrollo para una mejor sociedad.
Por eso opino, modestamente, que, en la medida de las posibilidades, abramos las puertas de los recintos y saquemos la cultura a la calle. Hagámosla asequible a cualquier bolsillo e impulsémosla para que se expanda libre de muros enclaustradores para que puedan impregnarse de ella transeúntes sin diferencias por condición.

A lo mejor ha llegado la hora de derribar los muros opresores de la cultura para desparramarla por calles y plazoletas como correntías que libres de cauces rieguen al libre albedrío las inquietudes adormecidas de intelectos que vagan por los senderos del pasotismo.

Nota:
El jueves, 22 de octubre, a partir de las 18’30 h., en el Paseo Blas Infante, el escritor y poeta, José Daniel García, expondrá su obra manteniendo a su vez diálogo abierto con los asistentes.
¡ No os perdáis de disfrutar de tan agradable tertulia en tan bonito entorno!

jueves, 1 de octubre de 2009

¿Por qué...?


Porque la candidatura de Chicago no cuenta con demasiado respaldo popular. Porque Sudamérica no ha organizado nunca unos JJ.OO. Porque Tokio sería casi repetir las últimas olimpiadas de Pekín, geográficamente.
Queda suficientemente claro que los miembros del COI tienen muy presente el grandísimo esfuerzo que hizo el Barón Pierre de Coubertain para retomar unos Juegos Olímpicos enarbolando la bandera de la Paz y bajo el signo de la unión y la hermandad. Unos JJ.OO. cuyos atletas participantes compitieran por competir en una fiesta del deporte cuyos objetivos irían al servicio del desarrollo armónico del Hombre, como bien recoge la Carta Olímpica en los Principios Fundamentales:
3. El objetivo del Olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana. Para ello, el Movimiento Olímpico lleva a cabo, solo o en cooperación con otros organismos y dentro de sus posibilidades, acciones a favor de la paz.

Sólo ese punto sería motivo suficiente para realizar los JJ.OO. en otro país bajo circunstancias muy diferentes a las que exhiben Madrid, Pekín, Chicago o Río de Janeiro. A lo mejor el COI en arrebato de locura debería volver a organizar un evento cuyo nivel de instalaciones estuviera acorde con las instalaciones que usan en su mayoría los ciudadanos del mundo. Diría, como absurdo de lo absurdo, que no estaría mal volver a presentar al Mundo un espectáculo deportivo sobre una pista de ceniza sin adjudicar recompensas millonarias a las medallas, sin permitir los avances técnicos de material que favorezcan a los atletas pertenecientes a eso que llaman primer mundo, sin diferencias… todos al mismo son del movimiento olímpico por la Hermandad entre diferentes colores de piel, lenguas o credos.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Jack el Destripador


Las calles de la ciudad de Londres desbordadas por el gentío rezuman naturalezas dispares conviviendo en un mismo espacio. Las desigualdades alimentan los cánceres sociales que proliferan como el fuego en el pasto de verano. En horas nocturnas el aliento del Támesis sumerge a la ciudad entre brumas de delincuencia, desorden y k-os. El brazo de otra ley aplica a diestro y siniestro parcial justicia nacida de los desórdenes de la mente.
Esta noche volverá a salir Jack en nombre de la Divinidad para ayudar a salvar el alma de una mujerzuela que retoza en la lujuria de la prostitución manchando de pecado a los que se dejan arrastrar por la debilidad de la carne. También él se hará invisible en la niebla para seleccionar el alma afortunada de pulgar sus malas acciones y ascender purificada al paraíso.

Largas piernas subidas en finísimas alturas aceleran el paso entorpeciendo los bellos gestos de las caderas que unos instantes atrás atrajeron las miradas de otro amante del desenfreno. Ella arriesgó dejándose llevar por la vía del dinero fácil a pesar de haber recibido las advertencias de compañeras de la profesión de no moverse sola por la noche. Torció la mirada para estremecerse ante la silueta de aquella figura alta y estilizada que, bajo aquel sombrero de Gentlelman poco apropiado, hacía flamear su ancha capa tras un paso cadencioso a la par que firme y resolutivo. El brillo de una amenazante y plateada hoja cortante lo hacían tenebroso en una noche más en la que se masca la tragedia. Y ella, sabiéndose condenada, inicia la fuga al tropel, aunque bastante torpemente. Y él, habilidoso y experimentado, le da alcance para hundir su inmaculada navaja sobre el costado de la sucia mujer. Por la brecha sangrante brota a borbotones desenfrenos, excesos… mala vida. Se oye un último suspiro agonizante y expira la involuntaria penitente que en sus últimos estertores dirige la vista al muy cercano cielo que esta noche, especialmente, para arrastrarse por el suelo.

Más tarde, en su escondida guarida, sobre el improvisado quirófano de aquel húmedo y frío sótano, entre las bocinas lejanas de la actividad mercantil del río, Jack se dispone a purificar el cuerpo. Necesita ser certero en la extirpación del útero y las mamas para amputar las causas que hicieron posible a aquella desgraciada manejarse por los insondables mares pecaminosos. Él, impregnado del olor sangriento de aquella carnicería, no disfrutaba, pero se sientía feliz de cumplir con lo necesario.

En unas horas amanecerá y Londres será aterrorizada testigo de las consecuencias del mal camino. Jack descansará para volver a fundirse, como un mortal más, en la alta sociedad londinense por la que tanto sacrificio ha de soportar.
Scontland Yard se desorienta entre falsos pitidos de agentes solícitos al auxilio de transeutes llevados por el pánico. Y las futuras víctimas se desesperan impotentes mientras aguardan desconcertados su destino.


Muchos años después, dicen que el alma de Jack sigue presente en las noches de nieblas londinenses. Y que reencarnado en la sociedad capitalista descuartiza en nombre del Divino a los más débiles para purificar y engrandecer un sistema económico condenado, que nos condenará a todos.

jueves, 10 de septiembre de 2009

La Guerra de Los Mundos ha comenzado.


Uno de los grandes pecados del hombre ha sido su prepotente egocentrismo que lo ha hecho centro del universo despreciando vida en otros planetas u otras formas de vida que no sean tan dependientes del hidrógeno y oxígeno.
El desarrollo tecnológico, el afán por conquistar nuevos mundos, o quizá el aburrimiento de algunos investigadores ha conseguido abrirnos los ojos para hacernos plantear que la existencia de algún tipo de vida en otros planetas es posible.

Hacia el año 1980 un movimiento sísmico hizo temblar los cimientos de Hornachuelos, lo que provocó la espantada de colegiales, pánico de adultos y mucho nerviosismo entre las Autoridades Locales. En el momento del temblor, que llegó a 4’5 en la escala de Richter, el Jefe de la Policía Local aseguraba haber visto una bola de fuego caer sobre los montes más allá de la presa de derivación del Bembézar. Aquel día suscitó todo tipo de conjeturas sobre una explosión en el centro de almacenamientos de residuos El Cabril, sobre la caída de un meteorito, o sobre el avistamiento de un ovni.
Poco a poco se fue olvidando el susto y todas las hipótesis quedaron reducidas al gran terremoto de 1980.
A penas tres años después, una tarde de junio de temperaturas veraniegas, un nuevo revuelo alteraba la tranquilidad de la plaza del ayuntamiento. Un hombre de edad avanzada, de esos respetados por toda la sociedad, llama la atención sobre un objeto volador no identificado que parecía querer aterrizar en nuestro pueblo, no se sabía con qué intenciones. El susodicho, A.S. junto al jefe de la policía local, el cual había tenido la precaución de desabrochar el latiguillo de seguridad de su reglamentaria por si recurrir a la fuerza hubiere, y, sin faltar a su deber como principal poder del Municipio, el Alcalde, activaron el protocolo de actuación, en el que entre otras cosas, se contemplaba la necesidad de localizar la zona de aterrizaje del ovni. Al final del día, todo el pueblo respiraba tranquilo al conocerse el resultado de la investigación en la que se referían al ovni como un globo sonda y cuyo contenido, entre otras muchas cosas, eran multitud de moscas para algún tipo de experimento.
Ayer, un nuevo ovni fue avistado sobre el caserío de San Bernardo, el cual, gracias a las nuevas tecnologías que permiten activar un magnífico zum a cámaras fotográficas de bajo coste, hizo posible comprobar el paso de un nuevo globo sonda que esta vez decidió remontarse hasta Las Navas para elegir un posible aterrizaje de emergencia.

Parece que la asiduidad de este tipo de fenómenos está haciendo que los melojos nos hayamos vacunado contra la credulidad de ser visitados por otros seres del universo. Nadie parece extrañarse cuando comprobamos que chavales de mayoría de edad cumplida, son incapaces de escribir su nombre o hablar correctamente nuestro idioma.
Tampoco se extraña absolutamente nadie, ni siquiera las Autoridades competentes, del insistente robo de grandes masas de agua que están desertizando los lechos de arroyos y ríos tan necesarios para la vida terrícola.
Increíble, pero cierto, que nadie vea anormal la construcción de edificios que, a juzgar por su aspecto, estoy seguro se tratan de centros de control espacial para contactar con posible naves nodrizas
Pero ¿cómo nadie se da cuenta que hay muchos individuos que conviven con nosotros y que su tecnología más avanzada les permite vivir a base de pequeñas capsulitas que le dan energía para todo el día, no necesitando ingerir los alimentos que de siempre ha necesitado el Ser Humano?.
En fin, algunos se empeñan en hablar de terremotos, globos sondas.., pero a mí no lograrán engañarme: la Guerra de los Mundos ha comenzado.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

II Guerra Mundial. Sólo setenta años después

Se cumple setenta años desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Fecha para olvidar lo que nunca debió ocurrir. Motivo de vergüenza para la razón, para la cordura… en fin, para los que decimos diferenciarnos de los animales por nuestra inteligencia.
A lo largo de la historia, el Hombre, desde el significado más genérico y plural de la palabra, ha batallado contra sus semejantes impulsado por el deseo de dominar sobre los demás. Sentirse poderoso lo ha llevado a erigirse, incluso en algunos casos en nombre de la Divinidad, el dueño y señor de la vida de otros Hombres de diferente raza o condición. Permanece fresco el recuerdo de aquel Führer que inició el cruel holocausto en el que murieron millones de Humanos en su búsqueda de la perfección de la raza aria. También es reciente el recuerdo de que, hasta hace muy poco tiempo, negros y blancos vivían clasificados por el Apartheid que los colonizadores aplicaron a los colonizados.
Al final, la sociedad se subdivide y se agrupada en guetos para su autodefensa: barrios de clase alta o baja en las ciudades; zonas residenciales; etc, etc, etc...Al final, siempre lo mismo. El grande pisotea al chico. El chico incordia en medida al grande.
¿Será que el Ser Humano está condenado a no entenderse?. ¿Ha dejarse llevar por sus codicias, envidias...no haciendo posible la convivencia pacífica?. Pues no. Tenemos que convivir porque no nos queda otro remedio. Así que tenemos dos opciones:
- Complicarnos el día a día siendo fastidiados y fastidiando.
- Hacer uso de nuestra escasa inteligencia para convivir en armonía.

Ustedes deciden. Dejamos los problemas sociales para visitarlos en museos, o los representamos en las calles.

jueves, 27 de agosto de 2009

Fuerza en la adversidad

Foto: Símbolo celta de la amistad eterna.

Llegamos al final del verano. La Providencia se ceba en la estación estival para hacernos llegar prematuramente, sin aviso y a todo dolor un otoño de hojas caídas, de depresiones, de recogimiento... lo que es peor, de muerte.
En apenas días, la miseria de la enfermedad se empeña en escoger a un elenco de buenos melojos, de los de verdad, para tocarlos con la varita de la desdicha y hacerles la vida imposible a ellos, difícil a familiares y amigos. Los elegidos inician un periplo de subidas y bajadas emocionales extremas que deben ir acompañadas de una constante y denodada lucha por mantener la dignidad del guerrero que reniega de rendición.
A todos me ofrezco para secaros el sudor en el esfuerzo y daros agua que os calme la garganta, no la sed de vida. Me ofrezco para recibir los insultos en momentos de rebeldía e impotencia. Me ofrezco para sentarme en el banquillo de suplentes y sustituiros en todo cuanto esté en mis manos. Todos juntos para gritar “...que es posible”.

Nacer es morir. Morir es aceptar las normas del juego, pero mientras dure jamás debemos pensar en perder, sino en exprimir el jugo de la diversión hasta el último esfuerzo, siempre respetando las adversidades de la partida.

Permítanme que dedique este último espacio a mi amigo Pepe, que hoy ha cruzado la frontera terrenal hacia lo desconocido, pero que en su caso, siempre será celestial y divino.
Quiero agradecerte los muchos y buenos momentos que hemos pasado en el gimnasio compartiendo amor a la lectura, me temo que ahora muchos casos de Agatha Christie se quedarán sin resolver. También me temo que la lectura ha perdido hoy a uno de sus mayores valuarte.
Amigo Pepe, cuando me siente cada noche delante del ordenador para seguir jugando con la ficción que tanto nos hace soñar, siempre tendré presentes los consejos que me diste desde el otro lado del teclado.
Amigo, nos vemos...

lunes, 10 de agosto de 2009

Si es necesario, volver a empezar.



A veces hay que acabar para volver a empezar. Desatar el nudo para volver a anudarlo con más fuerza. Llegado el caso, huir, se convierte en acto de valentía que nos da la victoria.
Me temo que algunas veces lo mucho convivido en las cercanías de la amistad y otras relaciones similares, generan prejuicios que generan de cada movimiento interpretaciones de las que algunas serán ciertas y otras falsas.
A menudo nuestra irresponsabilidad nos provoca errores de interpretación haciéndonos que, aunque sólo accedemos a una pequeña parte de la historia, creamos conocerla entera, entendiéndonos capacitados para construir la realidad de lo que quizá nunca fue.
Pero ya todo da igual. No hay marcha atrás ni enmiendas. Se han acabado las soluciones. A partir de ahora, malos gestos, poco diálogo, empobrecimiento de relaciones, mal vivir. Y con el tiempo, imposible rectificar o dar marcha atrás.
Ahora sólo queda volver a empezar.

Algún día llegará ese atardecer de despedida sin adioses. Iniciar un nuevo viaje con la maleta cargada de recuerdos hacia un futuro escardado de errores pasados. Sin retorno. Con nostalgias. Sin rencores.
A Róisín, y a los que, como ella, se deben una nueva oportunidad.
(De la novela "La Maldición del Cuervo").

jueves, 23 de julio de 2009

Para Concurso: Hornachuelos, dos pueblos diferentes


Plazoleta de la Corraliza.


Sentado en la olvidada plazoleta de la Corraliza. Sólo, abandonado a los recuerdos y fundido en el amalgama de historias pasadas que hicieron mi presente.
Unos turistas que la visitan no ven más allá de un despreocupado y olvidado mirador con vistas al río Bembézar. Sin embargo, yo, mientras escudriño con los cinco sentidos sus rincones, veo algo más que un espacio abandonada a su suerte. Veo el punto de encuentro de la chavalería que a sus escasos diez años se daban cita en el centro de su particular universo. Desde allí, camino abierto al fascinante mundo de las “laeras” llenas de escondites y tesoros eróticos en papel couché. Juguetear con el peligro de las frías aguas del embalse era todo un acto de condecoración emocional que te ascendía de rango en la jerarquía juvenil callejera.
Hermoso lugar de reunión en el que celebrar las candelarias rodeados de adulta experiencia o valentía juvenil para saltar la enorme hoguera.
La plazoleta de la Corraliza pertenece a esos lugares en cuya sencillez radica su riqueza; en su enclave, su tesoro; y en la memoria de muchos Melojos el lugar de nunca olvidar.

viernes, 3 de julio de 2009

Atlas, el gigante del mundo.


Si la tierra es lo suficientemente pequeña como para poderla coger Atlas sobre sus hombros, por qué existe tantas largas distancias. El segundo mundo está lejísimos del primer mundo. El consumismo irracional y egoísta se atisba años luz de la sostenibilidad necesaria y razonable. La sin razón de la guerra se pierde en la búsqueda de la cordura del entendimiento.

Baste una casualidad para acercar vidas equidistantes en pensamiento, obra y esencia. Baste una mirada sincera, un gesto amable o un abrazo salido de dentro para hacer brotar de la nada un compromiso eterno de fidelidad en la amistad, de ofrecimiento vacío de recibimiento, también de compartir con mutuo respeto. Baste unos niños pequeños para atestiguarlo más allá del tiempo.
Nunca las distancias fueron tan cortas como para hacer de un océano inmenso, que justificó al Cabo de Finisterre, somera frontera entre continentes distanciados en el mapa. La tecnología nunca acercó tanto palabras escritas a lectores tan distanciados.

La Vieja Europa aguarda impaciente el retorno de los buenos amigos. Desde España se reza por la buena andadura sobre los caminos de la vida para que, cada atardecer, al bendecir y dar gracias por los alimentos expuestos en la mesa, se culminen las oraciones con peticiones de solidaridad por los desfavorecidos.

Sirvan estas letras para testimoniar que siempre será posible el encuentro entre culturas y pueblos para una convivencia más humanizada de hermanos cualesquiera que sean su color de piel, idioma o forma de vida.

El blog comienza una nueva andadura transoceánica para acercarnos en la distancia del sentimiento. Miles de abrazos a Portlan.


Eli, Carrie and your family are in our mind.
Nota: Pido disculpas a los seguidores del blog, porque seguramente no entenderán esta reflexión. La de hoy sólo será entendida por una familia de EE.UU. que se unen a la reflexiones de media noche.

domingo, 28 de junio de 2009

Hogueras en la Noche de San Juan


Querrán ustedes creer que en la noche del martes, día 23, al miércoles, mientras me dirigía al casco antiguo por la calle Los Molinos, me crucé con una mujer esbelta, de formas redondeadas y cabellos largos, muy largos. Ambos nos saludamos cordialmente y continuamos nuestros caminos, si bien, por eso de haber dado el reloj del Ayuntamiento la primera campanada del nuevo día, no pude evitar girarme y echarle un último vistazo. Tremenda casualidad cuando ambos coincidimos en nuestras miradas robadas, quedándome petrificado por saberme descubierto y no encontrar justificación a tan desconfiada actitud. Ella, sin titubeos ni malos gestos, dominando la situación me pidió que me acercara a la par que iniciaba su aproximación hacia mí. Y me preguntó...
- ¿ Por qué me has mirado?- dulcemente, aunque con mirada incisiva.
- Discúlpeme señora. Simplemente me ha resultado extraño encontrarme con usted a estas horas de la noche.
- No es extraño. Es la hora perfecta para pasear por las calles mientras todos duermen. Nada de ruidos ni interferencias, quietud total. Momento ideal para disfrutar de tan importante momento en una noche como ésta.
- Importante momento, ¿ por qué?-. A mí sólo me parecía una noche como otra cualquiera.
- Porque ya ha pasado la media noche y hemos abandonado el equinoccio de primavera para adentrarnos en el solsticio de verano. A partir de aquí, los días irán reduciendo su luminosidad y el sol perderá poco a poco su fuerza, debilitándose hasta llegar al equinoccio de invierno en el que volverá a fortalecerse.
- ¡Ah!. Pues no lo sabía-. Y quise cortar una conversación que olía a rareza y desequilibrio mental. – Hasta luego-, y quise abreviar la despedida.
- ¿No sientes curiosidad de por qué te digo esto?
- La verdad es que me resulta extraño, pero tampoco me quiero meter en sus asuntos- aquella conversación se embarullaba por momentos y quería zanjarla de inmediato.
- No te pongas nervioso ni te asuste. Nunca te haría daño, pero sí te puedo enseñar algo que tu no conoces-, dijo pareciendo adivinar lo que a mí me pasaba en esos momentos por la cabeza.
- No estoy nervioso-, aunque mi gestos compulsivos decían todo lo contrario. –Dígame...
- Hoy es la noche de las hogueras de San Juan. En ellas se queman todo lo que desprenda energías negativas. El fuego purificador las destruirá para dejar sólo las energías del bien, de lo positivo. Al mismo tiempo, el calor que desprenden las hogueras ascenderá hasta llegar al astro sol para darle mayor fuerza en su ciclo de debilidad.
- Y usted...
- Efectivamente, como cuentan las leyendas, yo soy una de esas brujas que he venido esta noche a Hornachuelos a purificarlo de todas sus energías negativas.
- ¿Y cómo sabe usted dónde están esas energías?.
- Tú no las puedes ver, en cambio yo sí. Todos tenemos áurea alrededor nuestra que desprende una luminosidad especial cuando lo negativo supera a lo positivo. En cierto modo, todos podemos detectarlo de una forma u otra.
- ¿ Y dónde hará la hoguera?, le pregunté realmente interesado por verla.
- Esta noche haré una hoguera en el interior de todas aquellas personas que crean en la magia de la Noche de San Juan para purificar sus malas energías, Y mañana, cuando se levanten, se sentirán mejor al desprender bien en sus acciones en lugar de mal. También ellas recibirán el bien de otras personas purificadas y sus vidas serán más productivas y relajadas en paz con todos y consigo mismas...

A la mañana siguiente me levanté y recordé lo sucedido hacía tan sólo unas horas. Intenté recordar los rasgos físicos de aquella mujer y no lograba imaginar su cara. Quizá todo fue un sueño, una fantasía, un deseo... lo importante es que en la noche de San Juan quemé mis malas energías para empezar de nuevo. Sueño... realidad... qué más da. Hoy me siento mejor.

martes, 23 de junio de 2009

Presentación de Ahechadero


Haciendo uso de “Publica tu texto”, AHECHADERO se nos presenta mediante este bonito texto del que mucho podemos y debemos aprender.


Hasta mediados del siglo XX el oficio de labrador tenía una gran importancia en la sociedad.
Por cierto, labrador, es una palabra en desuso, pasada de moda. Es más actual agricultor, pero a mí lo antiguo me gusta.
Preparaba la tierra con el arado, sembraba el trigo, eliminaba las malas hierbas, segaba, trillaba, cribaba. Y el resultado de tanto esfuerzo llegaba a los molinos para transformarse en pan. En el alimento básico del pueblo, a menudo hambriento.
Todas las fases de este proceso, de este milagro, son importantes pero me fijaré en una… en cribar, en ahechar.
En nuestra mente debemos preparar un lugar que nos servirá de ahechadero. En él escogeremos las buenas semillas y eliminaremos las malas.
El labrador nos hace llegar todo el grano. Sin distinguir al que nos dará alimento y nos hará crecer y al que contaminará nuestro cuerpo.
Unas veces “el labrador”, somos nosotros mismos, que con nuestros pensamientos aportamos buenos y malos granos.
Otras veces “el labrador”, son los demás, que consciente o inconscientemente nos traen trigo y malas semillas.
Pongamos en funcionamiento nuestro ahechadero. Eliminemos esos malos pensamientos, esas malas semillas, porque al final nos harán daño.
Una vez cribado el trigo, hagamos pan... y creceremos.

miércoles, 10 de junio de 2009

Concierto. Dedicado a Frayjuandelapuebla.




Paseando por esa Córdoba tan poco frecuentada por los cordobeses… por esa Córdoba rural incrustada en el corazón de la urbe de avenidas y parques, grandes superficies y modernos edificios.
Harto de andar soportando el peso de las basuras y desechos laborales que se acumulan en mis pensamientos, de soportar los escombros de ruinas que se desmoronan por la cotidianeidad y el desengaño... me dejo caer sobre un asiento de piedra resguardado del sol por la sombra de un naranjo.
Dejo reposar la mirada a los pies de la Catedral-Mezquita y me abandono a olores, colores y sonidos que mecen suavemente mi espíritu intranquilo hasta sosegarlo y descansarlo. Siglos sintetizados en minutos o minutos de muchos siglos.
A mi izquierda una guitarra derrama melodías de frescas notas que corren por mis pies. A mi derecha el Guadalquivir interpreta la mejor de las canciones. Al frente voces musulmanas, anglosajonas y asiáticas que diversifican el Patrimonio de mi pensamiento. En el aire repiquetear de campanas para festejar el momento.
Magnífico concierto del que, aquí en Córdoba, podemos disfrutar los cordobeses, pero que no lo hacemos.
Para la semana próxima ya he comprado la entrada para otro grandioso concierto en el que se interpretará: Sinfonía de la naturaleza. En el auditorium Sierra de Hornachuelos. Estáis todos invitados.

miércoles, 3 de junio de 2009

Campaña electoral


Estamos en plena campaña electoral europea. O, quizá, deberíamos decir que nos encontramos en plena campaña de desprestigio de los que a ella se presentan. Los espacios televisivos reservados a las diferentes candidaturas nos muestran a líderes que dedican los valiosos minutos en pantalla a exponer el mal trabajo de otros y a la descalificación de sus rivales como principal argumento. Es altamente desalentador no poder oír a un político hablar de sus programas, de sus proyectos, de sus soluciones en lugar de dedicarse a acusar en base a... Las campañas electorales se han convertido en rápidos juicios partidistas cuyo veredicto vendrá dado en número de votos.
Ojalá el domingo cuando vayamos a ejercer nuestro derecho al voto, también nuestra obligación, sepamos ser responsables con nuestra decisión. Protejámonos de la influencia de las miserables mañas electorales que intentan hacerse con el control de nuestra decisión por medios no muy democráticos.
¡Pero votad!.

martes, 19 de mayo de 2009

¿Para qué sirve un poema?


¿Para qué sirve un poema?. ¿Qué ganas leyendo un libro?. ¿Para qué sirve ver un cuadro bonito si nunca podrá superar la nitidez de la realidad?.
Ciertamente es difícil establecer diálogo entre edades tan dispares como son los dieciocho y cuarenta años. Un joven, de los no mal educados, me hacía preguntas que lejos de buscar respuesta solo parecían querer confirmar una opinión consagrada del que las hacía. No queriendo recurrir a una explicación que a él le resultara cursi y ridícula opté por contestarle con sus propias preguntas: ¿Para qué te sirte escuchar música a ese volumen brutal?. ¿Qué ganas vociferando en el graderío de un estadio de fútbol?. ¿Para qué sirve los rebuscados diseños de tu coche?.
Creo que gracias a esas seis preguntas los dos logramos comprender que el arte camina camaleónico a los tiempos. Sólo se trata de saber interpretarlo y entenderlo para disfrutar de él.
Mario Benedetti renacerá en un graffitero, en un compositor o incluso en un futbolista. El arte nunca morirá, sólo se adaptará al reconocimiento del que lo sepa valorar.

viernes, 8 de mayo de 2009

El retrato de Dorian Gray


Ayer, después de bastante tiempo, conseguimos reunirnos tres amigos de esos a los que, pese a verlos muy poco, puedes confiar ciegamente en ellos.
Muy grata fue la sorpresa comprobar que uno de ellos, que ronda el medio siglo de existencia, sigue siendo un alma joven cuyo aspecto físico parece resistirse al inexorable proceso de envejecimiento.
El otro, hasta hace muy poco también un joven vital de 55 años, sí parecía haber empezado a pagar el pacto que seguramente un día firmó con el diablo, y su aspecto físico a primera vista daba la sensación de haberse acelerado estrepitosamente hacia una ancianidad prematura.
Después de intercambiar saludos y algunas que otras obligadas bromas, cada uno continuamos con nuestra marcha cotidiana. Ahora, sólo nos queda esperar a que el destino nos vuelva a unir para alegrarnos el alma al recordar viejas historias y preguntarnos por la salud y la familia.

Después de reflexionar concienzudamente sobre el encuentro de esta tarde llego a la conclusión de que el paso del tiempo, en cierta medida, puede llegar a ser exorable, siendo posible la desaceleración del envejecimiento de nuestras células. Estoy seguro de que nosotros tomamos parte del proceso de envejecimiento al que todo ser humano se ve abocado irremediablemente. Sólo es cuestión de proyectar fuera de nosotros mismos todo aquello que no nos haga bien.

Como deja ver Óscar Wide en su libro, El Retrato de Dorian Gray, dejemos que envejezca nuestro reflejo por nosotros.

jueves, 30 de abril de 2009

CARTA DE UN/A FUNCIONARIO/A A UN PERIÓDICO(anónimo)

Hola. Soy empleado público.
Sí señor.
Funcionario, bueno, en este caso personal laboral fijo, qué más da.
Esos personajes típicos, oscuros y en la sombra que, hagan lo que hagan, siempre están mal vistos. Pertenezco a ese colectivo que este año, POR PRIMERA VEZ en su historia, ha conseguido que las dos pagas extras vayan a percibirlas en su totalidad.
Sí señor, en plena crisis. De esos que veían con envidia cómo su joven y cualificado vecino albañil, dicho con el mismo respeto que él me debe a mí, le restregaba en el bar del barrio que ganaba 2800 euros al mes, su bonito BMW rojo y su nueva casa mientras uno tenía que visitar el banco, o el propio Ayuntamiento en este caso, para pedir un anticipo de 300 euros, reintegrables en 8 ó 10 meses, con descuento en nómina, para poder equilibrar su austero presupuesto, que este mes -por una u otra razón-, se tambaleó el día 21.
Empleado público que, si no le congelaban el sueldo, se lo incrementaban año tras año con un enclenque y demacrado 2 %, cuando el IPC subía el 5 ó 6 y casi todos disfrutaban de su cláusula automática de revisión salarial.

Por tanto, que ahora no vengan los salvapatrias pudientes a echarnos a la gente encima sugiriendo congelación e incluso recortes de sueldo como si fuéramos los responsables de que medio país haya estado diez o doce años viviendo muy por encima de sus posibilidades sin guardar para la llegada del crudo invierno.

No señor. Llevo 19 años en la Administración, en este caso Local. Como muchos de mis compañeros, mi sueldo sobrepasa en poco el mileurismo y jamás mi cartera ha sido afortunada portadora de uno de esos billetes ocultos en bolsas de plástico, colchones o paraísos fiscales.

No conozco vacas gordas....ni flacas, y mi plaza, que era pública y para todo el que la quisiera, me la he ganado a pulso.
Así que, salvapatrias, dejen que sigamos típicos, oscuros y en la sombra.
Y, además, trabajando.

Fdo.: Uno de tantos empleados públicos, en este caso de la Administración Local.


Por fin hemos recibido la carta de uno de los seguidores del blog que ha hecho uso de apartado de "Publica tu texto".

lunes, 20 de abril de 2009

El Corazón de los libros


Ayer, mientras leía plácidamente en la terraza y disfrutaba emocionadamente de cualquier historia, un hormigueo recorría mis dedos, por lo que hube de soltar el libro para hacer algunos estiramientos.
Minutos después volvía a tener cierta sensación extraña al sentir suaves punzadas en las yemas. Nuevamente me vi forzado a congelar la acción, en la que un villano se disponía a dar muerte a su frágil víctima, para inspeccionar mis dos extremidades. Misteriosamente una vez había soltado el libro todo parecía desaparecer, ni hormigueo ni punzadas ni nada, todo normal.
Retomando la lectura, pero ahora con cierta atención a lo que pudiera sentir sobre mis manos, no tuve más remedio que pasar por el injusto y abominable asesinato encolerizándose mis emociones virtuales. Paralelamente mis sensaciones táctiles volvían a sentir las punzadas, si cabe, ahora con más fuerza.
Cerré el libro intentando sesgar la escena dantesca que resonaba en mi cabeza, también la tensión que me provocaba las sensaciones que se hacían patentes en mis manos.

Después de darle muchas vueltas a lo ocurrido, por fin, comprendí y relacioné todo lo sucedido. Cada vez que cogía en mis manos el libro, yo le transplantaba parte de mi corazón para darle vida propia, compartiendo en perfecta comunión las sensaciones que él me tenía por ofrecer y yo por recibir.
Ahora sé que cada vez que un libro se abre, aunque sólo sea por un momento, intercambia vida con su lector. A más implicación del que lo disfruta, mayores sensaciones creará para devolvérnosla a través de sus líneas.

Justamente las acciones positivas revierten reciprocidad sobre el que las genera.

miércoles, 8 de abril de 2009

G-20


Recientemente nos han llegado noticias de la reunión que los líderes del Grupo de los Veinte han tenido en Londres.
Según ellos, analizados los motivos que han generado la crisis mundial, han acordado adoptar una serie de medidas que nos hagan salir de la pésima situación en la que nos encontramos.
Desde mi punto de vista personal me gustaría hacer algunas matizaciones al respecto:
1.- El G-20 no se preocupa por la crisis que asola al Mundo, sino por las consecuencias que a sus propias economías les está trayendo.
2.- Nuestros queridos líderes políticos buscan soluciones superficiales y de efecto rápido para mantener un sistema de vida que ya hace años fracasó.
3.- Esperemos que el paquete de medidas adoptadas hayan sido las adecuadas. Pero, si se lo preguntamos a los líderes del M-20(los veinte países menos poderosos), ¿estarán de acuerdo?.

La pequeña clase social de “los más ricos” va creciendo en número y poder. Aparecen otras nuevas clases de “menos ricos que aspiran a más ricos”. Al final, la riqueza se distribuye en unas pocas manos provocando efecto potenciador para que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.

Las sociedades consumistas siguen arrasando con la escasa materia prima que nos ofrece El Planeta, hasta que las agotemos. Paralelamente generamos materia de desecho que ensucia, contamina y destruye todo tipo de vida a la que, cada vez más, le costará sobrevivir en un ambiente de total polución.

La reflexión de esta noche, lejos de lanzar un mensaje catastrofista, pretende provocar cierta actitud de rebeldía hacia los cánones de vida que nos dictan los gobernantes. Otro tipo de existencia es posible sin renunciar a la prosperidad del individuo.

Nuevos modelos para nuevos tiempos. La sostenibilidad no debemos interpretarla como una obligación que nos abrume, sino como una posibilidad que nos permita subsistir. Solidaridad, reparto y humanidad deberían ser los componente para construir la fuerte estructura que sostenga los principios básicos de educación para una justa convivencia en igualdad, tolerancia y respeto.

jueves, 26 de marzo de 2009

La sensatez por encima de la justicia


Si hubiera de buscar esta noche un foro adecuado en el que tratar un tema hiriente y delicado, como el de la juventud, ése se localizaría en el plató de “Ratones coloraos”. Si pudiera elegir el tono de diálogo, elegiría el que respetara la libertad de expresión del hablante y de lo hablado. Para ponente alguien que imparta justa justicia desde la sensatez y la experiencia, y que utilice el don de la oratoria aplicándola en su justa medida.

Esta noche el juez de menores de Granada, Sr. Emilio Calatayud, ha desafiado a las provocadoras miradas del Loco de la colina y a sus dobles intencionadas preguntas. Para ello, ha utilizado un discurso de los que necesitan posicionarse en la contundencia de la firmeza y convicción para no ser utilizado como arma arrojadiza por sectores que hacen de la defensa de los derechos una causa cerrada a la lógica. Lógica que siempre ha abanderado la educación desde tiempos pasados.

Ha reprochado a los legisladores la actualización de leyes mohosas que necesitan imperiosas actualizaciones para ser adaptadas a los nuevos tiempos. También al Poder Judicial por hacerlas cumplir con responsabilidad y criterio. Asevera y persevera sobre la mala educación que reciben los menores, muy especialmente, desde el principal núcleo educador que es La Familia. La superprotección de la cría no garantiza su seguridad, más bien la hace vulnerable a cualquier ataque del enemigo y débil autoprotector de los inevitables obstáculos que continuamente encontrarán en el camino.
Creo que en una frase logró resumir toda la entrevista:
- Ahorna, gracias a la crisis, los padres están aprendiendo a decir NO.
Estoy seguro que la audiencia en su mayoría, hombres o mujeres; maduros o no, ha aprobado la participación de este Juez con cara bonachona y voz de verdadera justicia.
Está claro que no hacen falta bonitas palabras para decir la verdad.

Enhorabuena a Quintero que, una vez más, ha sabido elegir al ocupante de la silla del entrevistado.

jueves, 19 de marzo de 2009

Todos diferentes, todos iguales




... y siguen llegándonos noticias de malos tratos. Hombres que agreden a sus parejas o las asesinan con tremenda frialdad después de toda una vida en común; padres que golpean a hijos, e hijos que matan a padres sin el menor sentimiento de apego, pese a compartir la misma sangre; individuos de una misma sociedad que se atacan como ni siquiera los animales lo harían.
Casos y casos que vemos continuamente en los medios de comunicación, sin embargo, son muchos más los que acontecen pese a no ser difundidos mediaticamente.
Hablamos de machismo, xenofobia, locuras y otras enfermedades que, si es verdad que existen, no son la única causa de esta cultura del desprecio a la vida que parece proliferar. Todos nos echamos las manos a la cabeza. Buscamos herramientas para erradicar este mal, pero parecen no dar resultados.
El Ser Humano siempre ha intentado, intenta y seguirá intentando ser dominador. Imponerse en su hábitat para ejercer su voluntad sobre el resto de sus semejantes. Por lo general, el macho musculado prevalecerá, físicamente, sobre la hembra; el grande sobre el pequeño; el poderoso sobre el débil.
Quizá estemos andando por el camino equivocado. A lo mejor no se trata de buscar igualdad entre personas de diferentes sexos, las cuales no se asemejan en nada. Ni tratar por igual al fuerte como al débil; al más inteligente como al menos inteligente; al más trabajador como al menos trabajador. Después de todo, la búsqueda de igualdad no dejará de ser la búsqueda de una nueva injusticia. ¿Cómo trataríamos de igual al contratar a porteadores de cajas en los puertos?. A partir de ahora deberíamos hablar de personas con cualidades determinadas que, indiferentemente sean hombres o mujeres, solo tienen que cumplir las cualidades exigidas para ejercer en un puesto de trabajo, realizar cualquier actividad o ser consideradas por los demás. Me parece realmente inconcebible que se pida que a una mujer que trabaja junto a un hombre se le pague igual, porque, sencillamente, no hay que pedirlo sino denunciarlo.
Desde ahora no pediré igualdad para hombres y mujeres, sino que exigiré que se persiga los actos delictivos de aquellos que, aprovechando su poder, opriman al desfavorecido. Educaré para la tolerancia y el trato respetuoso hacia el Ser Humano, indistintamente sea hombre o mujer.

Aún queda por ver si la inteligencia radica en sostenerse sobre dos apoyos, creernos que poseemos un lenguaje de comunicación más desarrollado al de otros seres vivos o conquistar nuevos mundos. El total desprecio que tenemos hacia la vida, nuestro bien más preciado, hace patente que el Ser Humano quede bastante lejos del Ser Inteligente del que presumimos cuando nos comparamos con otros Seres que comparten con nosotros el espacio Terráqueo.

sábado, 14 de marzo de 2009

De la importancia de viajar




Esta noche, uno de vosotros que participáis de este blog de reflexiones, me ha relatado una breve e interesante síntesis de su exótico viaje a Turquía. En pocas frases ha desterrado de mi imaginación la aridez que parece desprenderse de las imágenes de películas y otros documentales que he podido ver por televisión. Un país entendido, al menos por mí, de costumbres asiáticas, y que, según la realidad apreciada por este viajero, parece quererse decantar cada vez más hacia el lado Europeo. Eso sí, sin perder de manera absoluta sus raíces orientales.
Nos recomienda visitar la megalópolis de la que, posiblemente, más orgullosos estén los turcos: Bizancio, después llamada Constantinopla. Actualmente Estambul.

La tecnología de hoy día nos permite globalizar nuestros movimientos en los que las distancias se acortan y se hacen asequibles en kilómetros y coste. La pluralidad de culturas, modos de vida y todo cuanto rodea al ser humano, se convierte en el manantial de sabiduría que nos hace mejorar. El respeto y la tolerancia los medios para llegar a ella.

Sé que cuando preparamos las maletas para cruzar nuestras fronteras, un pellizco se nos coge en el estómago. Intranquilidad por los contratiempos por venir, sumado a la pérdida de confort que nos ofrece nuestro hogar, nos puede hacer titubear en la decisión de partir hacia tierras desconocidas. Sentirnos desprotegidos por el desconocimiento del idioma, que no conocemos, también puede ser un obstáculo.
Pero, una vez superada la indecisión, subimos al barco, avión, tren o vehículos y abrimos los cinco sentidos para disfrutar del viaje.

Foto: Estambul.

viernes, 6 de marzo de 2009

Eolos


Tan inesperada como poco frecuente ha sido la llegada de fuertes vientos en los albores de la primavera. Eolo, Señor de Los Vientos, nos ha enviado ráfagas que han oscilado entre los setenta y noventa kilómetros por hora. Estúpidos de nosotros que, lejos de valorar la enorme riqueza que nos ofrece mediante la posibilidad de crear energía limpia, lo despreciamos en pos de becerros de oro adorados por todos, enriquecedores de muy pocos. Seguramente, el problema es que el viento es incoloro y no podemos deslumbrarnos con el brillo de la codicia que acciona nuestros mecanismos de aprovechamiento.

El próximo día que volvamos a ser premiados con su visita, salgamos y fundámonos en la naturaleza. Sintamos el aire empujándonos sobre la espalda y saltemos, saltemos lo más alto posible para ser empujados hacia delante. No os dejéis arroyar por él, haced un pacto de asociación de fuerzas y aprovechadlo para correr más rápido, saltar más lejos o llenar el velamen, aunque sea por un instante, del velero aventado en la calma de la rutina.
Después, giraros y ofrecer resistencia al aire enfurecido y dejaros acariciar por él. Sentid su fuerza y mostrarle el respeto que todo guerrero debe mostrar a su enemigo mientras prepara la estrategia para entrar en batalla.

Otro día más que muchos no habrán sabido disfrutar de los frecuentes regalos con los que Pachamama nos agasaja a cada momento, y sólo a cambio de corresponderle mínimamente con el amor que ella profesa a todos los que de sus ubres mamamos.

Foto. Tifón visto desde la luna.

martes, 3 de marzo de 2009

Teoría de la Totalidad


Todos hemos oído hablar del bien y del mal; del mucho y del poco; del si y del no.... El hombre desde sus inicios ha clasificado su existencia en dos únicos conceptos: el todo y el nada.
Las religiones nos prometen el paraíso a cambio de un contrato vigente durante nuestro paso terrenal, por el que debemos cumplir las leyes impuestas en sus mandamientos. De quebrantarlas, la paz, el sosiego, la celestialidad del descanso eterno se tornará en bajada a los infiernos para pulgar nuestra desobediencia por los siglos de los siglos.
Esa clasificación a perpetuidad de nuestro espíritu pudiera ser la base sobre la que se sostenga el concepto del todo y del nada.

Por otra parte, me pregunto: si el hombre dejara de atormentarse por la muerte, y por tanto, no buscara en las religiones la existencia infinita, ¿habría clasificado su vida en el todo y en el nada?. ¿Hubiera sido posible que buscase otro tipo de medidas más cuantitativas que nos permitieran graduar más fácil los hechos, y por tanto de manera más exacta?

Estoy seguro que todas las personas que se relacionan con el mundo empírico, en el que todo tiene una explicación y sigue una lógica o los filósofos que escudriñen por los recovecos de los saberes buscando verdad sobre la racionalidad del sentido de obrar humano; etc., compartirán conmigo la nueva teoría de “La Totalidad”.

A partir de ahora, “el todo y el nada” quedará englobado en un único “todo”. Lo que establecerá las diferencias será la medida del nivel. Todos los que antes eran malos, ahora serán menos buenos. A partir de ahora, deberemos aumentar la dosis de respeto por el prójimo, pues todos seremos médicos o escritores o leñadores o …, todos ricos, todos inteligentes, todos de todo. Eso sí, cada uno en su nivel.

viernes, 27 de febrero de 2009

Codicia...


Madrugada de jueves al viernes, en aquellas horas meridianas de la noche. Sentado con el mundo a mis pies y disfrutando de temperaturas que empieza a recordarnos la llegada de la primavera. Esta mañana perdí el sueño en un descuido. Mientras cumplía con mis obligaciones laborales, se me ha escurrido de las manos cayendo en cualquiera de las pozas del insomnio, hundiéndose en lo más profundo arrastrado por el lastre de un día de mal trabajo.

El comentario de hoy es para la codicia. Uno de los siete pecados capitales en el catolicismo. Incluso me atrevería a decir que el más frecuentado en las sociedades consumistas, a las que continuamente alimentamos para que sigan creciendo. Los budistas que parecen verlo todo desde el saber que les da la experiencia, dicen de la codicia lo siguiente: La codicia está basada en una errada conexión material con la felicidad. Esto es causado por una perspectiva que exagera los aspectos de un objeto.


La misma codicia parece arrastrarnos a una búsqueda de la perfección, clave para la felicidad. Estamos dejándonos llevar río abajo por la fuerte corriente. Algunos llegarán a buen destino. Otros, reventarán tras la caída por cualquiera de las cataratas de la vida.

Pues esta noche, aprovechando que nadie debería verme, salvo algún que otro gallo tempranero que debe haberse desvelado, me levanto del asiento para adoptar actitud provocadora y de rebeldía. Y decir:

Políticos, estáis equivocado en vuestros perfectos discursos, ricos en beneficios personales, pero empobrecidos de valores y buenos resultados. Lo que quiere El Pueblo es mucho más sencillo. Poder vivir y que nos dejen vivir.
Ciudadanos, la calidad de vida no está en la cuenta corriente del banco, tampoco está en el mejor coche, ni siquiera en el poder. La calidad de vida está en saber vivir y disfrutar de todas esas cosas que tenemos al alcance de la mano, pero que la codicia nos las tapa haciéndonosla olvidar. ¿Tiene precio un agradable paseo por la Sierra?. Momentos relajantes de charla con los amigos, ¿cuesta tanto?. Viajar en un viejo coche con el maletero cargado de recuerdos de nuestros primeros viajes, de nuestras primeras prácticas al volante, de cuando fuimos la familia dieciocho horas a la playa y volvimos achicharrados pero felices, ¿se podría pagar con la tarjeta de algún banco?.

El día que nos demos cuenta que la felicidad se esconde detrás de las cosas más sencillas, sólo entonces, habremos encontrado el tesoro más preciado. Seremos ricos y afortunados.

Foto. Todavía hay por ahí algunos mamelucos que piensan que en la base del arco iris hay un tesoro que es el que lo refleja. Y por eso es tan bello.
Pues no, tontos. Tamaña belleza sólo puede nacer de la conjugación del sol y el agua. Nada más simple, nada más natural. Así que dejad de buscar las riquezas sintéticas que nos prometen y abrir los ojos porque el tesoro ya lo tenemos y podemos disfrutarlo día a día.

domingo, 22 de febrero de 2009

Somos lo que nos rodea


Un clima frío y húmedo suele enmohecer el ánimo y nuestras reservas de risa. Todos sabemos que tenemos una cantidad determinada de risa que vamos consumiendo a lo largo de la vida, consecuencia de ello, es que a medida que subimos de edad nos reímos menos. Baja nuestro nivel de felicidad.
Sociedades violentas hacen a los individuos desconfiados, pocos solidarios, agresivos... el número de conflictos se hacen frecuentes, e incluso me atrevería a decir, habitual en el desarrollo social de la persona. Lógicamente la cantidad de conflicto se relaciona proporcionalmente con poder económico de cada individuo, haciéndole posible guarecerse en barrios, urbanizaciones, etc., en los que favorecer microambientes comunes para sus inquilinos. Estos espacios limitados por barreras físicas y psíquicas nos pueden llegar a provocar la sensación de sentirnos encerrados y apartados. Sigue bajando nuestro nivel de felicidad.
El entorno paisajístico puede dulcificar la mirada e infundir al espíritu cierto estado de relajación y bienestar por afinidad a nuestros inicios. Las grandes urbes de hormigón e hierro reducen la distancia de visión. Acercan peligrosamente el horizonte que, lejos de ofrecer una imagen plana y genérica en la que todo es posible, se convierte en silueta de irregularidades excesivamente cercana que reduce extremadamente nuestro espacio vital. Y, aún, baja más nuestro nivel de felicidad.

Nuestra inconsciencia nos lleva a cruzar continuamente el umbral de felicidad sin darnos cuenta que un mal tropezón nos hundirá irremediablemente en los océanos de la infelicidad de los que difícilmente volveremos a emerger.

Al menos, yo, daré gracias cada mañana que despierte por poder ir al trabajo; por poder celebrar los triunfos junto a la familia y amigos, también por llorar las derrotas; por disfrutar de la libertad y sus benditas consecuencias.
Hagamos posible que la felicidad sea la pandemia del S. XXI y que se extienda por los cinco continentes infectando de tolerancia e igualdad a todas las etnias y razas que estamos condenados a perpetuidad a compartir La Tierra. Empecemos con pequeñas aportaciones y obviemos el desánimo justificado por la insignificancia que podría suponer derramar un vaso de agua en el desierto. Aunque pueda parecer inútil, muchos microorganismo se favorecerán de ese pequeño gesto.


Foto de Bray(centro-sur de Irlanda). Pese a la inestabilidad climática, que allí es habitual, sus gentes la suavizan con el calor y amabilidad con la que tratan a los extranjeros que la visitan. Viaje hermoso a La Verde Irlanda.

lunes, 16 de febrero de 2009

Empieza a llover sobre mojado

Empieza a llover sobre mojado. Las palabras mal sonantes que decían nuestros hijos a los pocos años cumplidos nos resultaban graciosísimas. Años después habitual y sufrible. La desobediencia adolescente es cosa de jóvenes sin mayor importancia. Un deber de buen padre recargar continuamente la cartera de los hijos con monedas que han costado sudor y lágrimas para que se gasten en sustancias que les proporcionarán euforia inconsciente previa a la destrucción lenta pero constante y segura. -Mi hijo no va a ser menos que el tuyo-, por eso, la moto lo llevará desde los catorce a los dieciocho, y, en adelante, el coche cargado de gasoil, con los gastos de reparación cubiertos, -¡y ahí estará su padre para pagárselo!.

Cuando llegue lo inevitable, buscaremos culpables en los inoperantes Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; en el mal funcionamiento de la estructura docente; y, en último caso, -en las malas compañías que mi hijo tuvo la mala fortuna de tener.

Siempre queremos solucionar los problemas una vez que han pasado. Exigimos a las medidas de castigo de sentencias que nos devuelvan a la persona arrepentida, con propósito de enmienda y milagrosamente cambiada. ¿No sería mejor trabajar desde la prevención?. Educar a la persona desde la coordinación de los tres ámbitos en los que se desarrollará: familiar, educativo y social.
Estoy seguro que sería difícil insultar para alguien que no está acostumbrado a oír el insulto. Inimaginable intolerar lo que es respetado por todos. Y, si esto es así, también se respetaría así mismo y se cuidaría desde la responsabilidad que toda persona de bien se debe y nos debemos. Menos sufrimientos, menos lágrimas y menos daños irreparables. Mejor convivencia, mejores momentos, más vida.

lunes, 9 de febrero de 2009

Paseo por la memoria


Anoche, mientras daba un paseo por las calles olvidadas de Hornachuelos, refiriéndome a esas que pertenecen al casco antiguo y que por su delgadez no permiten el paso de vehículos ni casi de personas, una extraña sensación se apoderó de mí trasladándome emocionalmente a un pueblo más antiguo y retrocediendo a la década de los años ochenta. Eran aquellos años en los que jugaba por aquellas callejuelas que ahora ya no frecuento.
Durante esos agradables momentos en los que volvían a mi memoria imágenes, olores y recuerdos bañados en el almíbar de la nostalgia, me crucé con un joven de esos que catalogamos dentro de las especies raras porque se comporta fuera de lo establecido. Los cánones que rigen su forma de vida no se recogen en las normas habituales ni comunes; sus sinceras palabras y libres expresiones provocan dolor de oídos a los poderosos que administran nuestras vidas, y aprobación escondida a los que viven subyugados bajo la intolerancia del poder.
Al igual que ellos que se enfrentan día a día con su dura realidad, yo voy subiendo la empinada y larga escalereta que me lleva a la Plazoleta del Horno. A cada escalón que me exige un duro esfuerzo, fácil de evitar escogiendo un recorrido alternativo por La Puerta de La Villa, respondo con firmeza y sin titubear consciente de que, cada paso que recorra en el duro camino al que me enfrento, me será recompensado al subir el último escalón con la satisfacción de lograr finalizar un recorrido lleno de dificultades, que siempre será mayor al del recorrido llano y fácil. Quien es capaz de vencer la máxima dificultad, reducirá sus miedos porque lo por venir será fácilmente dominado.
Algún día me iré a vivir a alguno de esos manicomios en los que te encuentras a esos locos que lo dan todo por pertenecer a cuerpos de voluntariado; que hacen del mantenimiento de un club o asociación su filosofía de vida; que, calladamente, ayudan a mantener el pulso diario de nuestra comunidad; y, en definitiva, que se empeñan en dedicar sus fuerzas, tiempo libre y de familia, recursos económicos… en favor de una sociedad ingrata que los maltrata por el mero hecho de comportarse de manera diferente.
Foto: Voluntarios dedicando su tiempo libre a los inmigrantes que cruzan el Estrecho de Gibraltar.

martes, 3 de febrero de 2009

Cada atardecer dará paso a un nuevo amanecer


Recuerdo la adolescencia como aquella etapa en la que no cesaba de construir sueños que alimentaban mis deseos de sumergirme en la lucha diaria por hacerlos realidad. Después, pasan los años y las fuerzas empiezan a flaquear. Los pequeños fracasos y las decepciones de los choques frontales contra la dura realidad de la vida te debilitan y, poco a poco, casi sin darte cuenta de ello, te vas adentrando en zonas pantanosas y sumergiéndote en un lodo que hace lentos y cansados cada movimiento, cada sentimiento. Tus pensamientos se adormecen y toda tu vida entra en una espiral con alto riesgo de finalizar en barrena hasta caer al agujero más profundo. Todo se vuelve tedioso y desconfiado. Ya no crees en nada, tampoco te importa. Dejas de buscar la salida y te pierdes en el laberinto de la sin razón. Y después…

Lo más peligroso de la caída en barrena es que llega un momento que la velocidad que necesitas para salir de esa inercia debe ser excesivamente alta, por lo que la probabilidad de éxito es mínima. Por ello, es preciso estar atento a cualquier caída y reaccionar rápido para no dejar que se incremente la aceleración de la misma. Todo está permitido y es nuestro deber intentarlo. Olvidemos todo cuanto nos rodea y centremos nuestras fuerzas en nosotros mismos, después, cuando recuperemos la verticalidad emocional y estabilicemos nuevamente nuestra vida, recordemos aquellos momentos adolescentes y aprendamos de ellos para volver a verlo todo con emoción e ímpetu, pero aderezado con la experiencia de lo ya vivido. En fin, la clave podría estar en aprender a renacer cada vez que nos sintamos morir.

Nota: Espero haber captado tu mensaje. También espero que mi reflexión te pueda ayudar en algo.
Foto.- Atardecer en el embalse "Retortillo".

viernes, 30 de enero de 2009

Realmente, ¿qué somos?

Los avances tecnológicos permiten, cada vez más certeramente, conocer nuestro cerebro, verdadero motor de todas nuestras acciones hasta el punto de que podríamos decir que, esa masa gris, es la verdadera persona. Todo lo demás, resto de cuerpo, conjunto de acciones, etc.., no son sino receptores que lo alimentan de información exterior y transmisores que le permiten ofertar información.
El cerebro puede educarse y reeducarse, aún así, siempre estará expuesto a enfermedades y defectos imposibles de prevenir, de momento, ni de erradicar.
Ello hace que la racionalidad que nos diferencia de otros seres vivos, en ciertos momentos, carezca de presencia, o lo que es peor, esté camuflada tras un comportamiento de lo más lógico y racional. Es la única explicación para que un ser humano intente acabar con la vida de otro, en los más diferentes grados de tentativas.
¿Cómo es posible que por envidia se intente dañar a un familiar o amigo?, ¿ cómo es posible que por ansias de poder se busque la continua confrontación?, ¿ cómo es posible que se invadan los derechos del prójimo por apropiarse de lo ajeno?,…
Las noticias con las que nos bombardean en los telediarios siempre son las mismas: violaciones, raptos, malos tratos, guerras, hambrunas consentidas…; pero lo más patético es que nos parecen divertidas, comprobado que los programas en los que se hacen un mayor seguimientos de estas acciones, que nos deberían repugnar, son los que disfrutan de mayor audiencia convirtiéndose en generadores de riquezas para sus productoras.
Continuamente andamos sobre la cuerda floja balanceándonos entre el bien y el mal. Los bienhechores son pocos porque hacer el bien no suele proporcionar satisfacción. En cambio, tutear el mal o lo prohibido nos hace sentirnos fuertes y, por extensión, placenteros.
Dicen que aún no se han descubierto los límites de la mente. Insisto, de momento, no podemos saber hasta que parte de bien o de mal podemos llegar a provocar. Así que no nos queda otra que andar con cuatros ojos, permanecer siempre alerta y defendernos de nosotros mismos.
La actitud valiente que nos propuso Gandhi de responder a la violencia con la paz debería ser la propuesta que yo os hiciera, sin embargo, se me queda en el aire una interrogante: ¿hasta cuándo deberíamos estar recibiendo bofetadas y poniendo la otra mejilla?

miércoles, 28 de enero de 2009

Hacia el progreso

… - lo siento pero nos vemos obligados a prescindir de sus servicios.
- ¡ Cómo se atreve a decirme eso!. Después de todos los años que he prestado servicio a esta empresa. He luchado por ella día a día, sumándole al horario laboral el horario personal hasta agotar la vista por el cansancio y quedar con mis manos entumecidas sobre las viejas teclas de la Olivetti. Los buenos momentos de la empresa han sido los míos, y, lo malos, mis desesperanzas…
- Si, si, si.., y le damos las gracias. Pero, ahora, necesitamos alguien más joven, capaz de trabajar sin desfallecer y motivado hasta la saciedad; que no tenga cargas familiares y tenga disponibilidad veinticuatro horas. Lo comprende, ¿verdad?.
- Comprendo que ahora no tendré para pagar la hipoteca; comprendo que ahora mis hijos perderán los derechos básicos que tus hijos sí tendrán; comprendo que ahora me veré mendigando algún misero sueldo en empresas que cierran sus puertas a la madurez; a la experiencia; y también, por qué no decirlo, al agotamiento físico y moral.


Pudiera ser cualquiera de los momentos que muchas personas estarán teniendo en estos tiempos antes de volver a casa para enfrentarse a una dura realidad.
Es difícil ponerse en esta tesitura sin haberla vivido. Mucho más difícil viéndola desde la lejanía del trabajo estable.
Poquito a poco. Pasito a pasito vamos consiguiendo tener un modelo de vida capitalista y consumista en el que prime la cantidad, pero no la calidad. Servicios para el pudiente, miseria y olvido para el desgraciado que está tirado en la acera. Despido libre para hacer competitivas nuestras empresas y sálvese quien pueda para los que cumplan más de veinte años de servicio.