Paseando por esa Córdoba tan poco frecuentada por los cordobeses… por esa Córdoba rural incrustada en el corazón de la urbe de avenidas y parques, grandes superficies y modernos edificios.
Harto de andar soportando el peso de las basuras y desechos laborales que se acumulan en mis pensamientos, de soportar los escombros de ruinas que se desmoronan por la cotidianeidad y el desengaño... me dejo caer sobre un asiento de piedra resguardado del sol por la sombra de un naranjo.
Dejo reposar la mirada a los pies de la Catedral-Mezquita y me abandono a olores, colores y sonidos que mecen suavemente mi espíritu intranquilo hasta sosegarlo y descansarlo. Siglos sintetizados en minutos o minutos de muchos siglos.
A mi izquierda una guitarra derrama melodías de frescas notas que corren por mis pies. A mi derecha el Guadalquivir interpreta la mejor de las canciones. Al frente voces musulmanas, anglosajonas y asiáticas que diversifican el Patrimonio de mi pensamiento. En el aire repiquetear de campanas para festejar el momento.
Magnífico concierto del que, aquí en Córdoba, podemos disfrutar los cordobeses, pero que no lo hacemos.
Para la semana próxima ya he comprado la entrada para otro grandioso concierto en el que se interpretará: Sinfonía de la naturaleza. En el auditorium Sierra de Hornachuelos. Estáis todos invitados.
Harto de andar soportando el peso de las basuras y desechos laborales que se acumulan en mis pensamientos, de soportar los escombros de ruinas que se desmoronan por la cotidianeidad y el desengaño... me dejo caer sobre un asiento de piedra resguardado del sol por la sombra de un naranjo.
Dejo reposar la mirada a los pies de la Catedral-Mezquita y me abandono a olores, colores y sonidos que mecen suavemente mi espíritu intranquilo hasta sosegarlo y descansarlo. Siglos sintetizados en minutos o minutos de muchos siglos.
A mi izquierda una guitarra derrama melodías de frescas notas que corren por mis pies. A mi derecha el Guadalquivir interpreta la mejor de las canciones. Al frente voces musulmanas, anglosajonas y asiáticas que diversifican el Patrimonio de mi pensamiento. En el aire repiquetear de campanas para festejar el momento.
Magnífico concierto del que, aquí en Córdoba, podemos disfrutar los cordobeses, pero que no lo hacemos.
Para la semana próxima ya he comprado la entrada para otro grandioso concierto en el que se interpretará: Sinfonía de la naturaleza. En el auditorium Sierra de Hornachuelos. Estáis todos invitados.
Amigo Frayjuandelapuebla durante los pocos minutos, que tuvimos oportunidad de hablar aquella mañana, tu frase “...nuestras acciones hacia otros siempre revierten su finalidad sobre nosotros mismos. Por tanto, hagamos siempre acciones en positivo”. ha pasado a formar parte de mi cofre de los tesoros.
ResponderEliminarGracias por tu enseñanza. Pero la próxima vez que nos crucemos en la avenida espero verte sonreír.
Gracias a Dios yo sí disfruto de todo lo que describes, ahora quizá un poco menos que antes, las obligaciones laborales son fuertes y me ocupan mucho tiempo, pero antes bajaba casi todos los días al Patio de los Naranjos, sobre todo cuando empezaba la Primavera y el azahar embriagaba todo el ambiente.
ResponderEliminarEn verdad os digo, amigo Sancho, que no sabemos disfrutar, como debiere, de lo que tenemos delante. Y para muestra, un botón: en este mayo cordobés, ya pasado, me he perdido, por motivos varios, las cruces, los patios y la cata de vino. Eso sí, a la feria, un día, que ya está bien. En fin, las edades de la vida. Pero, amigo Sancho, también os digo, que bien por falta de costumbre bien por descuido, cuando me arrimo a la mezquita, o a su patio de naranjos, o a sus arrabales, me inundan los seis sentidos. Siempre me detengo a contemplar el paisaje con su paisanaje, alejada el alma del devenir cotidiano, y siempre recibo el mismo guiño: ¡Ay, si te pararas más a contemplarme, canalla, en vez de pasar altivo por mi vera como un descuido pasajero! Siempre acabo dándole la razón. Y siempre termino con una promesa: ¡Volvería a contemplarte con más tino, si pudiera!
ResponderEliminarPor cierto, me llegan remembrazas de Old House, ¿es cierto?
Rafa,cada vez te sientes más poeta o eres o te sentimos los que conocemos y te leemos. Estás desarrollando ciertos sentidos radicados en no sé quéparte del ser humano sólo asequibles a personas en extremo sensibles,especiales, con los que estás y vas a gozar de facetas de la vida que para muchos estará siempre vedada y te harán vivir varias vidas al unísono. Tú eres un ejemplo de que el deporte no es incompatible con el arte en la palabra ni el futbito con Mario Benedetti. Genial tu concierto de Frayjuan. Haz proselitismo entre los jóvenes.Es una labor necesaria para la revolución silenciosa que comenzado.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias...........sonreiré.
ResponderEliminarRAFA, CIERTAMENTE QUE PERTENECEMOS A UNA TIERRA SIN IGUAL EL INCREIBLEMENTE ENRIQUECEDORA.
ResponderEliminarCOMO BIEN DICE OSCAR, ESTÁS EXPLORANDO TUS SENTIMIENTOS Y MATERIALIZÁNDOLOS EN LENGUAJE POÉTICO.....SUPONGO QUE NO ESPERABAS VERTE ASÍ, PERO CON EL TIEMPO CADA UNO ENCUENTRA SU CAMINO.
SIGUE APROVECHANDO LOS ENTORNOS QUE NOS OFRECE NUESTRA CIUDAD Y DISFRÚTALOS CONSTRUCTIVAMENTE, DE LA FORMA QUE MERECE TAL MARCO, ESO SÍ, LOS DUEOS DE LOS PERRITOS SE PODÍAN FUMAR LAS CAQUITAS EN VEZ DE PEGÁRNOSLAS EN LOS ZAPATOS A LOS QUE VAMOS DISFRUTANDO DE LAS CONSTRUCCIONES...NO CREES????
UN ABRAZO
Totalmente de acuerdo contigo Carlos, y a ver si terminan las miles de obras que afean y empobrecen el casco histórico, algunas necesarias, eso sí, pero otras totalmente gratuitas que se acometen para aprovechar el plan E y así sacar cuartos todos los intermediarios para pagarle al obrero una miseria y encima tener todas las aceras levantadas.
ResponderEliminarEs una pena que una ciudad con el potencial que tiene Córdoba lleve tantos años sumida en la miseria de sus dirigentes y en las guerras Junta-Ayuntamiento, Gobierno Central-Ayuntamiento, etc., etc. El estadio va a tardar más en construirse que algunas de las pirámides de Egipto al paso que vamos, lo que han hecho con el puente romano es de juzgado de guardia, la pasarela de Miraflores (no se le puede llamar puente) que cada dos por tres está cortado porque tienen que acometer obras al surgir grietas (así lo hicieron), el hotel de AC que es la cosa más fea que he visto en mi vida, en plena entrada de Córdoba por la Avenida Conde Vallelano.
Esta es una ciudad cainita, senequista, que habla mucho y hace poco, mientras haya subvenciones para las Asociaciones de Vecinos y se puedan ir de perol al Arenal no hay problema.
¡Córdoba, despierta! No dejes que te sigan maltratando, fuiste en un tiempo la capital del mundo y a eso debes tender, a mostrar todo tu esplendor al resto del orbe.
Así sea.
Para Ego Barsovia, efectivamente, vuelve el espíritu Old House, aunque arquitectónicamente no exista, la llevamos en nuestros corazones.
Ya sé que esto no es un blog para este tipo de opiniones, más bien de literatura y poesía, pero como se hablaba de mi Córdoba no he podido reprimirme, si el administrador lo cree oportuno que elimine el post.
Este blog está concebido para acercar las distancias con viejos amigos y recuperar, aunque sean en charlas cibernéticas, la comunicación con ellos.
ResponderEliminarExpresar cuanto plazca, ya sea en los ámbitos políticos, culturales o.., también nos puede ayudar a enriquecernos tanto escuchando como expresando nuestras opiniones.
Nunca estuvo entre mis pretensiones, al iniciar el blog, de ser su único autor. Más bien todo lo contrario. He pretendido crear un espacio en el que todos los que entren tengan la posibilidad de hacerlo suyo de alguna manera. No obstante, como todo lo comunitario debe tener normas que vigilen por el buen entendimiento de todos, y esas normas son:
1.- El respeto hacia el resto de los bloggistas.
2.- La tolerancia hacia las más diferentes ideas y opiniones que se puedan expresar.
3.- El respeto que todos debemos y nos deben para sentirnos libres en este ciberespacio.
Gracias a todos por hacer el blog tan dinámico y enriquecedor sirviendo de refugio a noctámbulos, soñadores, comprometidos y ...
P.D. En este blog entran muchas personas a las que conozco desde hace muchos años. Y ahora, a través de sus escritos, las vuelvo a conocer desde otro ángulo. Me alegra que todo el mundo se anime a escribir sin miedo al qué dirán. Todos tenemos algo que transmitir y la forma de hacerlo es lo de menos.
Pues que se fundan todos los espíritus bloggeros en uno.
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