Si hubiera de buscar esta noche un foro adecuado en el que tratar un tema hiriente y delicado, como el de la juventud, ése se localizaría en el plató de “Ratones coloraos”. Si pudiera elegir el tono de diálogo, elegiría el que respetara la libertad de expresión del hablante y de lo hablado. Para ponente alguien que imparta justa justicia desde la sensatez y la experiencia, y que utilice el don de la oratoria aplicándola en su justa medida.
Esta noche el juez de menores de Granada, Sr. Emilio Calatayud, ha desafiado a las provocadoras miradas del Loco de la colina y a sus dobles intencionadas preguntas. Para ello, ha utilizado un discurso de los que necesitan posicionarse en la contundencia de la firmeza y convicción para no ser utilizado como arma arrojadiza por sectores que hacen de la defensa de los derechos una causa cerrada a la lógica. Lógica que siempre ha abanderado la educación desde tiempos pasados.
Ha reprochado a los legisladores la actualización de leyes mohosas que necesitan imperiosas actualizaciones para ser adaptadas a los nuevos tiempos. También al Poder Judicial por hacerlas cumplir con responsabilidad y criterio. Asevera y persevera sobre la mala educación que reciben los menores, muy especialmente, desde el principal núcleo educador que es La Familia. La superprotección de la cría no garantiza su seguridad, más bien la hace vulnerable a cualquier ataque del enemigo y débil autoprotector de los inevitables obstáculos que continuamente encontrarán en el camino.
Creo que en una frase logró resumir toda la entrevista:
- Ahorna, gracias a la crisis, los padres están aprendiendo a decir NO.
Estoy seguro que la audiencia en su mayoría, hombres o mujeres; maduros o no, ha aprobado la participación de este Juez con cara bonachona y voz de verdadera justicia.
Está claro que no hacen falta bonitas palabras para decir la verdad.
Enhorabuena a Quintero que, una vez más, ha sabido elegir al ocupante de la silla del entrevistado.
Esta noche el juez de menores de Granada, Sr. Emilio Calatayud, ha desafiado a las provocadoras miradas del Loco de la colina y a sus dobles intencionadas preguntas. Para ello, ha utilizado un discurso de los que necesitan posicionarse en la contundencia de la firmeza y convicción para no ser utilizado como arma arrojadiza por sectores que hacen de la defensa de los derechos una causa cerrada a la lógica. Lógica que siempre ha abanderado la educación desde tiempos pasados.
Ha reprochado a los legisladores la actualización de leyes mohosas que necesitan imperiosas actualizaciones para ser adaptadas a los nuevos tiempos. También al Poder Judicial por hacerlas cumplir con responsabilidad y criterio. Asevera y persevera sobre la mala educación que reciben los menores, muy especialmente, desde el principal núcleo educador que es La Familia. La superprotección de la cría no garantiza su seguridad, más bien la hace vulnerable a cualquier ataque del enemigo y débil autoprotector de los inevitables obstáculos que continuamente encontrarán en el camino.
Creo que en una frase logró resumir toda la entrevista:
- Ahorna, gracias a la crisis, los padres están aprendiendo a decir NO.
Estoy seguro que la audiencia en su mayoría, hombres o mujeres; maduros o no, ha aprobado la participación de este Juez con cara bonachona y voz de verdadera justicia.
Está claro que no hacen falta bonitas palabras para decir la verdad.
Enhorabuena a Quintero que, una vez más, ha sabido elegir al ocupante de la silla del entrevistado.
RAFA, ACABO DE LEER LO QUE HAS ESCRITO SOBRE EL JUEZ CALATAYUD Y ME PARECE BASTANTE INTERESANTE.
ResponderEliminarEN EL PRÓLOGO DE CIERTO LIBRO TITULADO ARCHIPIÉLAGO GULAG, EN EL QUE SE DENUNCIAN LOS EXCESOS ESTALINISTAS DE BOCA DE UN SUPERVIVIENTE (QUE POR CIERTO OBTUVO UN PREMIO NOBEL) , EL AUTOR SENTENCIA QUE DE LA MANSEDUMBRE DE LOS CORDEROS RESULTA EL ALIMENTO DE LOS LOBOS, PUES BIEN, SI LO TRANSLADAMOS A OTRO ENTORNO SOCIAL Y POLÍTICO, Y POR SUPUESTO A OTRA ÉPOCA COMO ES LA ACTUAL, VEREMOS QUE CADA VEZ HAY MÁS LOBOS QUE LEJOS DE ESTAR HAMBRIENTOS, SÍ QUE ESTÁN RESULTANDO BASTANTE SANGUINARIOS.
COMO MÁS O MENOS DIJO EL JUEZ CALATAYUD, LA LEY DE ENJICIAMIENTO CRIMINAL ES DEL SIGLO XIX, Y AÚN SE SIGUE APLICANDO CON UNA SERIE DE VARIABLES QUE ESTÁ CLARO QUE NO SON LAS ADECUADAS.
DE AHÍ QUE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD DEL ESTADO E INCLUSO LOS QUE SE ENCARGAN DE REPARTIR JUNSTICIA, LO TENGAN BASTANTE DIFÍCIL A LA HORA DE PODER ACTUAR CONTRA ÉSTAS JAURÍAS DE PERROS SALVAJES QUE ACOSAN AL PACÍFICO CIUDADANO DE A PIE Y QUE, POR SI NO FUERAN SUFICIENTES LAS DE DENTRO, TAMBIÉN NOS ESTÁN LLEGANDO DE AFUERA.
SE IMPONE UN CAMBIO RADICAL EN LA JUSTICIA Y EN LA FORMA DE APLICARLA, PERO, EN UN PAÍS CADA VEZ MÁS LIBERAL Y LIBERTARIO.........QUÉ GOBIERNO ES EL QUE SE ATREVE SI SER TACHADO DE RETRÓGADO, FASCISTA O RADICAL????
LA RESPUESTA ES BASTANTE DIFÍCIL DE RESPONDER, PERO MIENTRAS TANTO TOMAREMOS NOTA DE LAS VIEJAS PELIS DE VAQUEROS POR SI NOS VOLVEMOS A VER EN LA TESITURA....Y YA ESTÁ PASANDO, NO HAY MÁS QUE LEER LAS NOTICIAS DE VEZ EN CUANDO.
UN ABRAZO RAFA
Amigo Carlos, no sé si volveremos a andar por las calles con las cartucheras colgando, pero de lo que sí estoy seguro es que seguiremos el camino que otros países avanzados ya han recorrido. Me temo que pronto proliferaran las sociedades divididas en guetos y barrios de clase. Tanto trabajo por mejorar la Raza Humana y parece que cada día andamos más de espaldas al verdadero desarrollo del Hombre.
ResponderEliminarRafa, me incorporo por primera vez a tu blog. En realidad, me incoporo por primera vez a un blog, que en esto de las tecnologías internetianas estoy un poco anticuado, aunque más bien por pereza, he de reconocer. Por cierto, saludos a Mais oui!, que ya veo que es un asiduo tertuliano de tu blog. Me alegra un montón.
ResponderEliminarEl tema que has elegido: la justicia en los menores de edad, es un tema un tanto espinoso. Hoy en día, la Justicia con mayúsculas es un gran tema espinoso. La Justicia es la cenicienta de nuestra democracia a partir de las doce de la noche. Sólo es princesa cuando conviene. Mientras tanto, conviene que siga de Cenicienta, con la fregona y la escoba en la mano, limpiando y dando lustre a un edificio viejo, carcomido: El Poder Judicial. Porque el Poder Judicial es princesa cuando conviene: en las fastuosas celebraciones de apertura del año judicial, y en los discursos políticamente correctos de todos los politiquillos de turno. En cambio, sigue siendo cenicienta, porque la Justicia está carcomida por la politización continua. La Justicia sufre los zarandeos de los políticos de turno. La Justicia, en realidad, no es un Poder del Estado, al menos de facto. Y esto es así con el beneplácito de la clase política dirigente, de la Constitución, del ordenamiento jurídico, del Poder judicial, del Poder legislativo, de la sociedad, de los jueces, de todos... Ahora parece que los jueces, por fin, empiezan a hablar un poquito. Lo realmente increíble es que la sociedad, nosotros, no hayamos hablado más fuerte y más claro hasta ahora. Porque la Justicia extremadamente lenta no es justicia. Porque la Justicia en España, digámoslo claramente, es un auténtico cachondeo. Y la Justicia de menores es otro cachondeo. Este juez de menores de Granada me parece un isla de cordura en un mar de confusiones. Pero no se nos puede olvidar que este señor se limita a cumplir taxativamente lo que la ley le indica, y con bastante acierto, por cierto. Una vez le escuché decir una verdad como un templo: la edad es una garantía judicial. Antes de cierta edad eres menor a efectos judiciales. Y esa es la mejor garantía. Pues bien, el ordenamiento jurídico se encarga, él solito, de tirar por tierra esta garantía jurídica: la Constitución establece la mayoría de edad en los 18 años, el código penal en los 16, la ley de autonomía del paciente en los 16,... En último lugar, la edad, como garante jurídico, debe fijar a qué organismo judicial le compete enjuiciar al ajusticiado, y con qué legislación. Pero esta garantía judicial no debe eximir nunca la responsabilidad penal, civil, administrativa, o de cualquier otra índole, que le corresponda al enjuiciado. Porque la minoría de edad nunca debe ser garante del ajusticiado en detrimento del derecho del agredido a ser compensado con Justicia. La Justicia debe ser equitativa, y debe ser justa. Los menores de edad no deben comportarse como tales ante la Justicia. Y la Justicia no debe comportarse como unos padres extremadamente comprensibles ante unos menores de edad extremadamente beligerantes y extremadamente manipuladores. En Sanidad, al menor de edad se le debe considerar propietario del derecho a la salud en todos aquellos actos personales que le sean favorables. El médico debe valorar la madurez de la decisión del menor de edad. Cuando les toca a los demás, ya no hay garantía, sino que deja un vacío legal a potestad del facultativo, que debe valorar el grado de responsabilidad del menor. Mientras tanto, con el culo al aire a expensas de una posible denuncia de los padres, o de los menores de edad, o del ministerio fiscal, o de la administración a la que perteneces, en contra de la decisión que el facultativo haya considerado pertinente. La minoría de edad, como la Justicia, está manoseada por la política a su antojo. Y para muestra, un botón: el proyecto legislativo del gobierno presidido por Zapatero que pretende que las gestantes de 16 años tengan la potestad de decidir si desean abortar o no. Por tanto, la minoría de edad, como la Justicia son dos auténticos cachondeos.