Hola. Soy empleado público.
Sí señor.
Funcionario, bueno, en este caso personal laboral fijo, qué más da.
Esos personajes típicos, oscuros y en la sombra que, hagan lo que hagan, siempre están mal vistos. Pertenezco a ese colectivo que este año, POR PRIMERA VEZ en su historia, ha conseguido que las dos pagas extras vayan a percibirlas en su totalidad.
Sí señor, en plena crisis. De esos que veían con envidia cómo su joven y cualificado vecino albañil, dicho con el mismo respeto que él me debe a mí, le restregaba en el bar del barrio que ganaba 2800 euros al mes, su bonito BMW rojo y su nueva casa mientras uno tenía que visitar el banco, o el propio Ayuntamiento en este caso, para pedir un anticipo de 300 euros, reintegrables en 8 ó 10 meses, con descuento en nómina, para poder equilibrar su austero presupuesto, que este mes -por una u otra razón-, se tambaleó el día 21.
Empleado público que, si no le congelaban el sueldo, se lo incrementaban año tras año con un enclenque y demacrado 2 %, cuando el IPC subía el 5 ó 6 y casi todos disfrutaban de su cláusula automática de revisión salarial.
Por tanto, que ahora no vengan los salvapatrias pudientes a echarnos a la gente encima sugiriendo congelación e incluso recortes de sueldo como si fuéramos los responsables de que medio país haya estado diez o doce años viviendo muy por encima de sus posibilidades sin guardar para la llegada del crudo invierno.
No señor. Llevo 19 años en la Administración, en este caso Local. Como muchos de mis compañeros, mi sueldo sobrepasa en poco el mileurismo y jamás mi cartera ha sido afortunada portadora de uno de esos billetes ocultos en bolsas de plástico, colchones o paraísos fiscales.
No conozco vacas gordas....ni flacas, y mi plaza, que era pública y para todo el que la quisiera, me la he ganado a pulso.
Así que, salvapatrias, dejen que sigamos típicos, oscuros y en la sombra.
Y, además, trabajando.
Fdo.: Uno de tantos empleados públicos, en este caso de la Administración Local.
Por fin hemos recibido la carta de uno de los seguidores del blog que ha hecho uso de apartado de "Publica tu texto".
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Cuando a uno le llaman "parásito", se reconoce en tu escrito.Hay que vivir pero honestamente.La globalización en que vivimos no implica necesariamente la banalización de lo moral y lo ético. Sobran bocas y bolsillos anchurosos. Hecho en falta la honestidad de quien disfruta de lo que tiene sin arrumacos a la vanidad, sin alharacas a la malabundancia. Hecho en falta la singularidad de lo simple y llanamente sencillo. Menos globalización y más humanización.
ResponderEliminarRAFA, ERES UN CABRONCETE............SEGURAMENTE EL QUE SE ENCONTRABA DEBAJO DEL COCHE, LO ÚNICO QUE HACÍA ERA COMPROBAR EL MILAGRO DE LA ENÉMISA ASCENSIÓN DE SAN ABUNDIO A LOS CIELOS, LO QUE PASA ES QUE ALGUIEN CRUZÓ UN SIMCA 1000 EN SU CAMINO.
ResponderEliminarPOR OTRA PARTE LO DE LA CRISIS HA PILLADO EN BRAGAS A UNOS CUANTOS, PERO NO A TODOS, YA QUE LOS BANCOS HACE AÑOS QUE SABÍAN LO QUE SE VENÍA ENCIMA, LO QUE PASA ES QUE SE HA OPTADO POR LO DE APLICARNOS AQUEL ANTIQUÍSIMO Y DEMAGÓGICO PRINCIPIO DE "AL PUEBLO PAN Y CIRCO", TODO ELLO EN CONNIVENCIA CON LOS POLÍTICOS DE TURNO, Y ESO NO LO PUEDE NEGAR NADIE.
POR SUERTE, UNA DE LAS VENTAJAS QUE TIENE LA ACTUAL DEMOCRACIA ES QUE PRÁCTICAMENTE TODO EL MUNDO TIENE LAS MISMAS OPCIONES PARA TODO. POR ELLO, LA DIFERENCIA ENTRE EL FUNCIONARIO Y EL QUE NO LO ES, ES SIMPLEMTE LA POSTURA QUE TOMARA EN SU DÍA RESPECTO A SU PORVENIR O A LAS HORAS DE ESTUDIO INVERTIDAS. APATE ESO SÍ, DE UNA DOSIS SUFICIENTE DE SUERTE, QUE TODO HAY QUE DECIRLO.
SALUDOS A TÍ Y AL BARSOVIANO
Ahí la has clavado, Carlum. Un comentario muy acertado y muy afilado.
ResponderEliminar¡Saludos!
¿Era un SIMCA 1000? Por Dios, yo no me acuerdo ni de la marca, estaba totalmente cegado por el sol justicieron de abril.
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