jueves, 23 de julio de 2009

Para Concurso: Hornachuelos, dos pueblos diferentes


Plazoleta de la Corraliza.


Sentado en la olvidada plazoleta de la Corraliza. Sólo, abandonado a los recuerdos y fundido en el amalgama de historias pasadas que hicieron mi presente.
Unos turistas que la visitan no ven más allá de un despreocupado y olvidado mirador con vistas al río Bembézar. Sin embargo, yo, mientras escudriño con los cinco sentidos sus rincones, veo algo más que un espacio abandonada a su suerte. Veo el punto de encuentro de la chavalería que a sus escasos diez años se daban cita en el centro de su particular universo. Desde allí, camino abierto al fascinante mundo de las “laeras” llenas de escondites y tesoros eróticos en papel couché. Juguetear con el peligro de las frías aguas del embalse era todo un acto de condecoración emocional que te ascendía de rango en la jerarquía juvenil callejera.
Hermoso lugar de reunión en el que celebrar las candelarias rodeados de adulta experiencia o valentía juvenil para saltar la enorme hoguera.
La plazoleta de la Corraliza pertenece a esos lugares en cuya sencillez radica su riqueza; en su enclave, su tesoro; y en la memoria de muchos Melojos el lugar de nunca olvidar.

viernes, 3 de julio de 2009

Atlas, el gigante del mundo.


Si la tierra es lo suficientemente pequeña como para poderla coger Atlas sobre sus hombros, por qué existe tantas largas distancias. El segundo mundo está lejísimos del primer mundo. El consumismo irracional y egoísta se atisba años luz de la sostenibilidad necesaria y razonable. La sin razón de la guerra se pierde en la búsqueda de la cordura del entendimiento.

Baste una casualidad para acercar vidas equidistantes en pensamiento, obra y esencia. Baste una mirada sincera, un gesto amable o un abrazo salido de dentro para hacer brotar de la nada un compromiso eterno de fidelidad en la amistad, de ofrecimiento vacío de recibimiento, también de compartir con mutuo respeto. Baste unos niños pequeños para atestiguarlo más allá del tiempo.
Nunca las distancias fueron tan cortas como para hacer de un océano inmenso, que justificó al Cabo de Finisterre, somera frontera entre continentes distanciados en el mapa. La tecnología nunca acercó tanto palabras escritas a lectores tan distanciados.

La Vieja Europa aguarda impaciente el retorno de los buenos amigos. Desde España se reza por la buena andadura sobre los caminos de la vida para que, cada atardecer, al bendecir y dar gracias por los alimentos expuestos en la mesa, se culminen las oraciones con peticiones de solidaridad por los desfavorecidos.

Sirvan estas letras para testimoniar que siempre será posible el encuentro entre culturas y pueblos para una convivencia más humanizada de hermanos cualesquiera que sean su color de piel, idioma o forma de vida.

El blog comienza una nueva andadura transoceánica para acercarnos en la distancia del sentimiento. Miles de abrazos a Portlan.


Eli, Carrie and your family are in our mind.
Nota: Pido disculpas a los seguidores del blog, porque seguramente no entenderán esta reflexión. La de hoy sólo será entendida por una familia de EE.UU. que se unen a la reflexiones de media noche.