jueves, 19 de noviembre de 2009

Hablando también se hace camino




Otra noche más aquí sentado con el Mundo a mis pies. Ya no sé si el lugar me inspira la reflexión o por el contrario la reflexión me hace buscar este lugar. Sólo tengo realmente claro que dedicar tiempo a la reflexión, aunque sea muy poco, me hace poner orden a los desórdenes de la precipitación; me provoca autocrítica por la que reñirme o felicitarme; me ayuda a serenar el estrés de una vida en ciertos momentos excesivamente acelerada o a precipitar la inquietud adormecida por la rutina diaria. Por lo tanto, sigamos reflexionando...


Esta noche estoy aquí sentado delante del teclado por obligación voluntaria para dedicárselo a un joven amigo que me ha esperado a la salida del trabajo para acompañarme, entrado el horario de la media noche, en el camino de regreso que marca la finalización de la jornada laboral para hablar de lo mundano y lo divino; de lo tangible y de lo de la mente; de todo y de nada mientras empujábamos nuestras fieles cabalgaduras.
Amigo R. es relativamente fácil combatir al enemigo que en acto de nobleza se manifiesta abanderando la causa que motiva la pugna. Sin embargo, hay enemigos de presencia intangible, pero de consecuencias bastante presentes, contra los que es muy difícil luchar porque aún a sabiendas que están no consigues verlos. Y me temo que éste es el caso que esta noche me has expuesto. Por consejo no puedo ayudarte, pues para realizar estratagemas hay que conocer muy bien el campo de batalla. Pero por experiencia sí que te diría que confíes es tu instinto y te dejes llevar, y entonces no importará que tus ojos no lo vean ni tus manos lo agarren, lo que verdaderamente importará es que tu corazón en cada sistólico movimiento expanda por todo tu cuerpo la fuerza suficiente para que te ayude a mantenerte en el fragor de la batalla, y el diastólico te limpie de impurezas banales que ningún bien te harán.

Desearte lo mejor para estos momentos difíciles y animarte para una lucha en la que nunca estarás solo.

2 comentarios:

  1. Pues que Zeus le proteja y Marte le dé la fuerza necesaria para la lucha que le aguarda a esta persona: Homo bellum, Hombre de lucha. Porque la paz es un interludio de entreguerras preparatorio para el combate.
    Un saludo de media noche.

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  2. Sabias tus palabras, amigo Rafa, meditados y profundos tus consejos. Afortunados aquellos que gozan de tu amistad.Un abrazo

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