miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nunca es tarde para empezar


- Claro que sí Carmeli, también tú puedes-, le dije a una nueva intrépida que inicia su incursión por el mundo de los sin miedo a la correcta ortografía.
Proponerte conseguir tal objetivo es sólo cuestión de vestirse con la ropa de faena para empezar la construcción que poco a poco deberá ir surgiendo para después disfrutar de lo que resulte, que seguro que portará la belleza de todo lo que se construye con mucho esfuerzo. Ahora llega el momento de limpiar la tierra de excusas y otras malas hierbas para preparar el terreno donde se cimentará con voluntad, ahínco y perseverancia la base sobre la que se sustentará el comienzo del proyecto.

Título del poema: El final será el principio de todo.
Autora: Carmeli Adame.
Nota: Felicidades por iniciar este nuevo reto sin refugiarte en la excusa de no haber podido ir a la escuela en tus primeros años.



Pueblo, ¡ay Pueblo mío!,
te llevo en mis entrañas.

Tu hueles a pan y miel,
a leña recién cortada,
a tu Sierra que me hechiza,
al perfume de tus jaras,
al quejido de tus ciervos,
a tu río, a tus aguas.

Pueblo, ¡ay Pueblo mío!,
en ti quiero ser sembrada.

Enredarme en tu perfume,
enredarme entre tus plantas.
Vivir mi segunda vida
en medio de tus montañas.

Pueblo, ¡ay pueblo mío!,
en ti quiero ser sembrada.

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