lunes, 25 de octubre de 2010

Última reflexión


Como tantas noches termino el día sentado con el mundo a mis pies y el pensamiento anudado al discurrir de un fin de semana intenso, desconcertante y agotador. Cierro los ojos y me relajo con el armónico sonido del romper de las olas del antiguo mar de Tetis. Me dejo acariciar por los aires fríos de la sierra para sentir el otoño que sigiloso nos lleva al solsticio que aleja el sol hasta el trópico de capricornio. Pero, en mi cabeza, no logro apaciguar la intensa actividad que aún reverbera desde el fin de semana: palabras deshonestas que traslucen la mala fe de terceros; la amistad engordada a base de engaños egoístas; individuos que cegados por el brillo de la avaricia olvidan la generosidad y humildad del compromiso.
Pero por encima de todo prevalece el recuerdo de una de mis escasas y breves visitas al paraíso; al remanso de paz; a la isla de generosidad en mitad de la aridez del desierto. El viernes visité a Mis Amigos, a esos que todo lo dan a cambio de nada. Y allí pude ver ojos brillantes que reflejaban la inocencia, la buena voluntad. En unos minutos y sin palabras me hicieron comprender que es posible la guerra sin víctimas y sin perdedores. Que todos somos iguales en nuestras diferencias, y que la felicidad no está en la abundancia, sino en la comprensión. Queridos Amigos, aunque seguramente nunca os llegarán estas palabras, quiero reflejar en ellas mi agradecimiento por todo lo que me enseñáis en cada pequeña visita; por exhibir la dignidad del Hombre que tan poco se suele ver en estos tiempos; por insuflar fuerza a ese REMOLINOS que provocará el huracán que iniciará la revolución hacia los verdaderos valores del Ser Humano.

LLegado el momento del -hasta pronto-, no de la despedida, os diré que después de dos años de compartir con ustedes mis momentos más íntimos de la reflexión a media noche ha llegado la hora de poner el punto y final. Mentiría si no os dijera que cierta tristeza invade mi interior; que no echaré de menos aporrear el teclado y colgar la reflexión a la espera de abrir cada noche el blog para leer vuestras opiniones, en otros casos recibirlas por correo electrónico; que recibir visitas del otro lado del atlántico me ha hecho sentir muy escuchado. Pero por otro lado, me satisface saber que este final legitima su inicio.
Queridos amigos de la reflexión noctámbula, gracias por estar ahí. Os envío un fuerte abrazo y os lanzo un guiño por si algún día nos volvemos a ver en la red. Y, sobre todo, recordad que a media noche siempre estaré reflexionando con el mundo a mis pies. Y si alguna mala noche de insomnio no os deja dormir, aquí os estaré esperando.

5 comentarios:

  1. Rafa, respeto tu decisión, pero, sinceramente, ¡me has jodido un poquito! Me lo pasaba muy bien en tu blog. Has sido durante todo este tiempo un punto de encuentro con otro ser mío del pasado que no quiero perder, aunque cada vez lo siento más enterrado. En fin, muy sinceramente ¡hasta pronto! A ser posible, por favor, más pronto que tarde. Tu blog me parece una taberna de viejos amigos, un rincón de reflexiones al estilo "Old House" -tú ya me entiendes.
    ¡Y un saludo a todos, por supuesto!

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  2. RAFA, COMPARTO EL SENTIR DE EGO VARSOVIA.
    IMAGINO LOS MOTIVOS QUE TE HAN LLEVADO A CLAUSULAR NUESTRO PEQUEÑO CLUB, PERO SINCERAMENTE................NOS HAS JODIDO A TODOS TUS SEGUIDORES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    EN FIN, YA BUSCAREMOS OTRA FORMA DE SEGUIR EN CONTACTO, AUNQUE ECHAREMOS DE MENOS ÉSTA NUESTRA COMUNIDAD VIRTUAL.
    UN ABRAZO

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  3. Amigos, Ego Barsovia y Carlos:

    Con vuestras palabras habéis logrado ablandar la firmeza con la que tomé la decisión de dar por concluida esta etapa de Reflexiones a media noche…El blog lo inicié un día de diciembre de dos mil ocho, mientras experimentaba y curioseaba por la red. Sin premeditarlo lo eché a funcionar para darme cuenta poco después que gracias a él podría vencer mi timidez literaria exhibicionista y mejorar la calidad enrevesada de mi escritura. Curiosamente, igual que lo inicié, lo concluí. Hace unas noches al abrirlo me di cuenta que había llegado el momento de cerrar ese ciclo. Por supuesto, no hay ni motivo de cansancio ni de descontento ni ninguno otro que justifique el cierre. Simplemente tuve la sensación de que había llegado el momento de cerrar ese proyecto para, quizá, comenzar otro nuevo.
    Sé que últimamente podéis llegar a pensar que he dejado de cultivar la amistad porque ciertamente nos vemos muy poco. Pero no es así. Mis valores sobre la amistad me hacen tener a los amigos siempre presentes, si no compartiendo risas y anécdotas, sí interesándome por su devenir familiar, laboral y personal.
    Estoy seguro que la posibilidad que nos ofrece las nuevas tecnologías nos permitirán seguir enganchado a Hornachuelos, Vuestro Pueblo, para seguir manteniendo los lazos que nunca se habrán de romper. Por lo que respecta a vuestro amigo Rafa, no os preocupéis porque mucha lata os ha de dar todavía en cualquiera de sus múltiples locuras que estén por venir.
    Es cierto que tengo que dar las gracias al blog por haberme permitido disfrutar de vuestras charlas cibernéticas, así como de la posibilidad de reencontrarme con viejos amigos a los que he conocido por primera vez a través de la escritura y que me han hecho descubrir a otra persona que antes nunca llegué a ver.
    Amigos, insisto en que no pretendo despedirme de nadie, porque pudiera ser que pronto nos volvamos a ver, aunque no sé dónde ni de qué forma. Sí quiero aprovechar para agradeceros vuestra participación en el blog y, muy especialmente, los mensajes y correos que he recibido a razón del cierre, que me han hecho emocionarme aún a sabiendas que sois muy exagerados.
    Un abrazo y hasta pronto.

    P.D. Al final no he logrado arreglar los problemas que no os dejan publicar correctamente a algunos. Perdón.

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  4. ¡Hombre Rafa! A mi también me has jodido.
    Abro tu blog esta tarde y me encuentro con la sorpresa.
    De obligado cumplimiento para mí al fisgonear en la red eran mi correo, algún periódico, blog de interes etc........y el tuyo.
    En nuestro entorno quizá no es muy frecuente la reflexión. En este mar de incomunicación de nuestro pueblo encontré una isla. Como náufrago me diste cobijo. GRACIAS.
    Un saludo.

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  5. Rafa, sabes perfectamente que no puedes dejar de escribir tu blog y más aún en este momento en el que está a punto de salir publicado tu primer libro: LA MALDICIÓN DEL CUERVO.
    ¿Dime dónde vas a recibir las críticas, opiniones, comentarios de aquellos que lean tu novela?
    Por favor, Rafa, estamos esperando tu nueva entrada. No nos hagas esperar.

    Un abrazo

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