jueves, 18 de noviembre de 2010

Noche de niebla


Noche de niebla. Espesa, húmeda, fría se arrastra por tejados y calles. Los espacios abiertos se vuelven íntimos. Los íntimos en lugares ocultos. Lo cercano, tenue. Lo lejano invisible. Sumido en ella, parece, pero no es. Digamos que la realidad se vuelve insegura.
La niebla ha protegido a los autores de sanguinolentos asesinatos; ha provocado accidentes catastróficos…Es por lo que en noches de niebla salgo a pasear. Me gusta observar la maldad disuelta entre sus brumas; casi ver, sin casi ser visto; disfrutar de la intensidad urbana amortiguada por las blanquecinas nubes a ras de suelo; hacerme mudo cómplice del misterioso velo vaporoso que sube del valle en su lento avance hacia la sierra.
-…he oído un grito…- volvemos a sumirnos en el tangente silencio…

3 comentarios:

  1. Rafa, a punto estar de comenzar para ti la noche de luz a través de la niebla que rezuma de tu novela "La maldición del cuervo". Serán muchas noches las que aguardan a que en el destartalado coche, en medio de la lluvia, el frío, la niebla, por carreteras secundarias, donde sólo habita el olvido y los espíritus de los que se fueron, vean regresar, vencidos por el sueño, a los que enseñan en las remotas aldeas de un país en descomposición, las trágicas consecuencias de la maldición de un cuervo en la fría costa irlandesa.

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  2. rafa, la niebla sin duda despierta al depredador que todos llevamos dentro. Stephen King ha escrito mucho sobre ella.
    claro está que lo del depredador es en sentido figurado ya que también tiene su lado mágico e incluso romántico.
    sin dudo tu cuervo nos transportará a través de ella.......quién sabe donde.
    saludos

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